Un abrazo al pasado, un salto al futuro: 20 años de historia y un nuevo comienzo
The English Corner celebra dos décadas con un nuevo espacio al que se mudarán en diciembre. “Desde la pandemia no paramos de crecer”, dijeron.
El instituto de enseñanza de la lengua inglesa, The English Corner (@theenglishcorner.funes), es uno de los más reconocidos de Funes y está celebrando nada menos que sus primeros 20 años de función. Tal es el crecimiento que viene teniendo el espacio que la clásica casa de calle Candelaria 1980 les queda chica y por eso preparan su mudanza en unas semanas al nuevo hogar, Santa Fe 1280, donde comenzarán el ciclo lectivo 2025.
Alejandra Papaleo, Carla Fruttero y Carolina Fruttero son los tres pilares de esta institución, aunque una de las fundadoras fue Carolina quien, junto a una colega, comenzó con el espacio en 2004 en la esquina de Candelaria y San José, donde hoy se encuentra El roperito, de ahí el nombre de “corner”, esquina en inglés.
“Allí funcionó durante sus primeros 11 años. Luego, nos trasladamos a Candelaria 1980, donde funciona actualmente, y estamos muy felices y algo atareadas por la mudanza hacia calle Santa Fe. Pero es necesario, allí contaremos con más espacio y comodidad para nuestros alumnos”, mencionó Carolina.
A su vez, Carla, la segunda en sumarse a “la nave”, como le gusta decir, reconoció que desde la pandemia la cantidad de alumnos fue creciendo, incluso de todas las edades. “Desde nuestros comienzos, brindamos una enseñanza personalizada. Para nosotros cada uno de nuestros alumnos es importante, y atendemos a sus necesidades individuales. Nuestro mayor objetivo es que los alumnos aprendan, pero también que se sientan a gusto, que vengan con ganas, y que estén motivados. Porque creemos firmemente que el aprendizaje se logra con la motivación”, sostuvo.
“En realidad – continuó- la enseñanza de un idioma nos apasionó siempre. Poder transmitirle a nuestros alumnos la habilidad de comunicarse en otro idioma nos llena de entusiasmo. No es tarea fácil. Estamos constantemente pensando nuevas estrategias, innovando, formándonos y creciendo en esta profesión, para lograr que nuestros estudiantes disfruten de esta experiencia”.
Carolina, Alejandra y Carla en el frente de calle Candelaria, donde dieron clases por nueve años y dejarán el lugar a fin de mes.
Cada edad con su modalidad
The English Corner cuenta con clases de este idioma para niños y niñas de 4 a 7 años, donde el juego es la premisa, luego otra etapa desde los 8, donde los libros y las carpetas ya forman parte de su estudio, además de las tareas online que realizan como práctica en casa, y desde ahí las clases para adolescentes y otras para adultos.
Sobre esta estrategia educativa, Alejandra Papaleo resaltó: “Cada edad es diferente, y también la metodología. No obstante, sostenemos que el idioma se adquiere hablando, y por eso nuestras clases apuntan a trabajar desde la oralidad, aprovechando el mayor tiempo de la clase desarrollando esta habilidad (el habla y la escucha), para luego aplicarla a las otras habilidades (lectura y escritura)”.
Y agregó: “Con los niños más pequeños (hasta los 8 años) trabajamos con rutinas, juegos, canciones, títeres, experiencias, donde ellos entran en contacto con el idioma, absorbiéndolo inconscientemente. A esta edad, es mucho más lo que pueden comprender que producir, ya que el objetivo es que logren familiarizarse, comprendiendo que existen otros códigos lingüísticos e incorporando la fonética de la nueva lengua desde temprana edad”.
A partir de los 8 años (ya alumnos de tercer grado de la escuela primaria), el aprendizaje comienza a hacerse más formal, incorporamos la lecto-escritura. “En este nivel, también incorporamos la evaluación, como instancia formativa; enseñándoles a los alumnos que la misma es una parte importante del proceso de aprendizaje, ya que nos ayuda a poder ver cómo vamos avanzando y cómo continuar”, relató.
A su vez, en el grupo de adolescentes, las y los profesores adoptan clases para, precisamente, “captar su interés y fomentar su participación activa”. “Utilizamos actividades que los desafíen y promuevan el pensamiento crítico – enumeró-, como debates, proyectos colaborativos y simulaciones de situaciones reales, en las que pueden aplicar el idioma en contextos que reflejan sus propias vivencias. Además, introducimos tecnología y materiales actuales que les resulten atractivos, manteniendo un enfoque comunicativo donde la práctica oral sigue siendo prioritaria. La evaluación también juega un papel importante como herramienta de retroalimentación, guiándolos a identificar sus fortalezas y áreas a mejorar en su proceso de aprendizaje”.
Por último, pero no menos importante, Papaleo describió que con los alumnos adultos ya la enseñanza se centra en “un enfoque práctico y funcional”. “Muchos de ellos buscan mejorar su inglés por motivos laborales, de viaje o crecimiento personal, por lo que adaptamos los contenidos a sus metas específicas. Para ellos, ofrecemos clases orientadas al uso práctico del idioma en situaciones de la vida cotidiana y profesional, abordando temas de conversación, simulaciones de entrevistas, presentaciones y actividades que les permitan aplicar lo aprendido en sus entornos personales o laborales. La flexibilidad y el enfoque comunicativo son clave, ya que valoramos el tiempo de cada estudiante y buscamos que la clase sea productiva y relevante desde el primer momento”, confió.
La pasión por enseñar
Más allá de que es sabido que conocer otro idioma además del propio es muy útil, en este espacio se busca adoptarlo en todos los sentidos. “Creemos que sumergirse en un idioma es fundamental para aprenderlo porque permite experimentar y practicar el lenguaje en contextos reales, lo que ayuda a interiorizar tanto la gramática como el vocabulario de forma más natural. Al estar inmerso, se desarrolla no solo la habilidad de entender y hablar, sino también la confianza para comunicarse con fluidez”, sostuvo Carla, mientras que Carolina agregó: “Damos gran importancia a los juegos como parte del proceso de aprendizaje, ya que es fundamental a la hora de motivar a los alumnos. Estas estrategias hacen que el aprendizaje sea más dinámico y entretenido, incentivando la participación activa y el desarrollo de habilidades en un ambiente relajado donde los alumnos se sienten más seguros y donde el error es parte del proceso”.
Asimismo, siempre se busca “crear experiencias que complementen las clases, como los proyectos ecológicos, intercambios epistolares, viajes educativos y actividades diversas, las cuales enriquecen el proceso de aprendizaje, ya que permite aplicar el inglés en situaciones prácticas y significativas. Estas experiencias conectan el aprendizaje con la vida cotidiana y motivan a los estudiantes a participar activamente, logrando un dominio del idioma que va más allá del aula”, dijo.
A todo esto, desde el inicio del ciclo lectivo el instituto comenzó a trabajar junto al Colegio Finés “en la coordinación el área de inglés aportando nuestra experiencia y trayectoria en la enseñanza del idioma a los más chiquitos. Esperamos seguir creciendo junto a ellos para desarrollar este hermoso e innovador proyecto que el colegio ha propuesto brindando una experiencia integral que les permita a sus alumnos adquirir el idioma de manera sólida y significativa”, detalló Carolina.
En medio de la era de la virtualidad, y la cantidad de aplicaciones y programas para aprender inglés online, las tres coinciden en que “la virtualidad tiene mayores resultados con adultos o adultos jóvenes, pero nunca supera a las clases presenciales”. “La virtualidad es muy buena como complemento o alternativa en circunstancias donde la presencialidad no es posible, pero nada supera la importancia del encuentro, del usar el cuerpo y el movimiento, tan importantes a la hora de aprender”, admitió Alejandra.
“Año nuevo”, casa nueva
A su vez, y ante la mudanza que realizarán apenas comience diciembre, para recibir las inscripciones y preparar el ciclo lectivo 2025, Carolina Fruttero resumió: “Estamos emocionadas por las nuevas posibilidades que nos ofrece el nuevo espacio, con la esperanza de que este cambio sea una oportunidad para crecer, mejorar nuestras instalaciones y crear un ambiente de aprendizaje más cómodo y estimulante. Hay muchas expectativas sobre cómo el nuevo lugar podrá acomodar mejor nuestras necesidades, mejorar la dinámica de las clases y fortalecer la comunidad educativa. Tenemos deseos de que esta mudanza sea un paso hacia un futuro más prometedor, donde podamos seguir ofreciendo lo mejor de nosotras a nuestros estudiantes”.
El frente de Santa Fe 1280, donde funcionará The English Corner desde diciembre.
Las inscripciones para el año próximo (que se pueden abonar en dos veces entre noviembre y diciembre) y para los cursos de verano (los cuales e abren de acuerdo a la demanda), se podrá hacer de lunes a jueves de 15.30 a 20, o bien por whtasapp al 3417410234.
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