Suspendieron un torneo infantil en Funes: Balompié rompió el silencio tras la polémica y negó irregularidades

La suspensión de un torneo de fútbol infantil que reunió a 800 chicos en un predio de Funes sigue generando tensión: tras el desalojo ordenado por el Municipio el pasado 8 de diciembre, la organización de Balompié difundió un descargo donde desmiente las irregularidades administrativas y apunta contra el Ejecutivo por haber cortado la competencia en su última jornada.

Según detallaron en su escrito, el certamen se desarrolló durante los días 6, 7 y 8 de diciembre en el predio deportivo ubicado en la zona de Mar del Plata y José Ingenieros. Los responsables del evento aseguraron que durante las dos primeras jornadas el torneo se llevó adelante con normalidad y clima deportivo.

Sin embargo, La situación dio un giro en la jornada final cuando personal municipal y agentes policiales se presentaron en el lugar y ordenaron el desalojo y la suspensión inmediata del evento por presuntas irregularidades administrativas y de seguridad. La decisión derivó en un clima de tensión, con reclamos de familias y cruces entre el Gobierno local, la organización del certamen, los responsables del predio y los asistentes afectados.

En el descargo presentado tras la suspensión, Balompié sostuvo —en contraposición a lo planteado por el Municipio— que el torneo se desarrolló en un espacio que contaba con habilitación vigente para la realización de torneos deportivos y que la actividad no difería de otros eventos similares que se realizan allí de manera habitual. Según la organización, este punto desvirtúa la acusación de que el certamen no estaba habilitado. 

Según indicaron, además, el 1 de diciembre el responsable de la competencia firmó un contrato de sublocación con los responsables del predio "Paradise", en el que quedaron establecidas las obligaciones de cada una de las partes. En ese marco, Balompié asumió la contratación de seguridad privada, servicio médico especializado y un seguro de accidentes personales para cada participante, compromisos que —aseguran— fueron cumplidos durante el desarrollo del torneo.

Otro de los ejes del descargo apunta al conocimiento previo del Municipio sobre el evento. Desde la organización señalaron que el Ejecutivo estaba informado del certamen: plantean que se contrató el servicio público de tránsito debido a la amplia concurrencia prevista, y que durante las jornadas del torneo hubo presencia de agentes municipales e incluso multas por mal estacionamiento.

En relación a la sanción, la resolución del Juzgado de Faltas dispuso la clausura del evento y la aplicación de una multa por presunta falta de autorización municipal y de medidas de seguridad y sanitarias. Frente a esto, Balompié planteó que las condiciones exigidas fueron cumplidas conforme a lo establecido en el contrato firmado y que, en caso de considerarse insuficientes, la responsabilidad recaía sobre el titular del predio y no sobre el organizador del certamen que cumplió con las obligaciones pactadas.

Finalmente, en el descargo también se señala que, tras la clausura, los responsables del predio exigieron a Balompié el pago de la multa para levantar la sanción y poder retomar otras actividades previstas en el corto plazo. Desde la organización indicaron que no abonaron esa suma al considerar que habían cumplido con todas sus obligaciones contractuales y remarcaron que la sanción fue finalmente afrontada por el propio predio, sin que Balompié recibiera notificación previa ni posibilidad de ejercer una defensa formal.

En ese marco, sostuvieron que los únicos perjudicados por la decisión fueron el evento y las familias que participaron del torneo, al tiempo que ratificaron los argumentos expuestos en el descargo difundido tras la suspensión.

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