Su trabajo: cuidar a la ciudad y salvar vidas

Todos los años se celebra el 2 de junio en Argentina el Día Nacional de los Bomberos Voluntarios, el cuartel de Funes hace 24 años que se instaló en la ciudad y durante todo este tiempo su equipo mantienen un mismo objetivo, ayudar de manera voluntaria a todos los ciudadanos.

¿Por qué se celebra este día? 

En la Argentina se tomó el 2 de junio, para celebrar y conmemorar a todos los bomberos voluntarios ya que en esta fecha pero en 1884 se creó la Sociedad Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca, en la ciudad de  Buenos Aires, bajo el lema:  "Querer es poder", cuyo impulsor y primer presidente fue Tomas Liberthi.

Este año los Bomberos Voluntarios de Funes lo festejan con una caravana por toda la ciudad, para pasar un rato con todos los funenses de manera segura y teniendo los cuidados necesarios que la situación actual amerita.

Una historias para recordar 

InfoFunes trae nuevamente en conmemoración a este día la historias de dos mujeres fuertes que se animaron a todo y no le tuvieron miedo a nada.

Mirna Ledesma y Virginia Máquez dos mujeres funenses que quisieron superarse a sí mismas y que sentían la necesidad de aportar a la comunidad de la ciudad, que demostraron que sí podían y que están dispuestas a crecer todos los días un poco más.

Para lograr formar parte del equipo del cuartel ambas estudiaron durante dos años, el primero como aspirantes a Bomberos realizando diferentes tareas dentro del cuartel funense, y el segundo lograron rendir a nivel regional con los mejores promedios. A principios del 2019 ambas consiguieron el alta de la Federación y pudieron incorporarse al cuerpo activo.

 La decisión de Mirna de querer ser Bombero Voluntario llegó cuando logró cumplir su objetivo de realizar una carrera universitaria y al terminarla sintió que ella podía más, y decidió por vocación comenzar el voluntariado para poder aportar su ayuda y su “granito de arena” a la comunidad. 

 La iniciativa de Virginia de entrar en el cuerpo de bomberos se basó en tres razones: la primera fue que desde chica siempre admiró el trabajo de los bomberos, la segunda es que al ver un accidente de cualquier tipo sentía la necesidad de estar ahí para ayudar en la situación ya que siempre tuvo la idea de solidaridad dentro de la comunidad y de poder aportar la suya, y el tercer motivo -y el más importante- fue porque quería hacer algo por ella misma, quería superarse y concretar ese sueño que había postergado por tantos años. 

Ambas admiten que no es fácil la profesión con respecto al rol en la familia, que sus padres, madres, hermanos, esposos e hijos tienen miedo por su seguridad, y que no siempre las apoyaron cuando tomaron la decisión de dedicarse a ser bomberas.  A las dos no les interesan los puntos negativos de la situación sino al contrario piensan en ayudar a otras personas y en realizar el trabajo de voluntariado para poder realizar su aporte a todo aquel funense que lo necesite.

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