Representará a Funes y al país en una competencia mundial de taekwondo: su entrenador, su hijo
Pablo García competirá por primera vez por la medalla de oro y Mateo, de 15 años, será su coach junto a la comitiva funense que representará al país en julio.

De muy chico Pablo García tuvo al taekwondo como pasión y hoy es responsable del Doyang Choi de Funes (@doyang.choi). García comenzó a los 10 u 11 años a practicar en el Club Echesortu, de Rosario, participó de varios certámenes en distintos lugares de la provincia y el país y sus padres siempre apoyaron su decisión con alegría, pero fueron contadas las veces que lo acompañaron en sus presentaciones. Con una vida dedicada al trabajo (del montaje industrial) el padre de Pablo permanecía un mes fuera de casa, para luego estar apenas unos días con él y sus tres hermanos y volver a partir. Por eso (ya viviendo en Funes) cuando Pablo tuvo a Mateo, decidió dejar de su padre y se dedicó al taekwondo para poder estar con su pequeño hijo quien hoy, a sus 15 años, será su entrenador en el Mundial que se disputará del 23 al 27 de julio en Barcelona.
Con este intercambio de roles, García aseguró emocionado: “Estoy muy orgulloso de él y podemos compartir cosas que me hubieran gustado compartir con mi viejo. Pero bueno, la vida se dio así, y puedo disfrutar a pleno de mis tres hijos”. A diferencia de sus hijas Paz (6) y Pilar (11), quienes “pueden pedir lo que quieran que me desvivo por ellas”, la relación con Mateo va más allá: “El que estemos juntos en este deporte es también un plus”.
“Si bien Mateo tiene 15 años siempre fue muy especial, ve cosas en el deporte y en la vida que no cualquiera las ve, incluso a mí me cuesta verlas. Es muy inteligente, muy bicho, y si bien esta vez los roles se intercambian, yo confío plenamente en su criterio y le hago caso en todo”, dijo el papá, y agregó: “Además se estuvo preparando mucho para trabajar con el equipo que va desde Funes. Hace unas tres semanas hizo un curso internacional que se le pedía para poder estar en el Mundial junto al hijo del creador de taekwondo, Choi Jung-hwa, tanto de coach, como de arbitraje y fue un paso más a la gran aventura que vamos a vivir juntos”.
Es más, si bien vio con mucho agrado que su hijo eligiera el mismo deporte que lo apasiona, aseguró que “nunca imaginó” que podrían estar juntos en esta instancia y con los roles invertidos. “Al ser adolescente hablamos mucho y sintió que la presión de haber sido campeón en el mundial anterior (en Holanda 2022) era muy fuerte para una nueva presentación. Y lo entendí. Por eso, cuando él decidió no presentarse en los selectivos del mundial, me mandé yo y ahí se dio todo”, relató.
“Mateo está a full estudiando a los contrincantes, vemos muchos videos y hasta practicamos varios movimientos. Él está como loco, tiene hambre y quiere ganar, y lo entiendo, pero yo ya gané con poder ir al Mundial. Lo que pase el mes que viene será un extra”, dijo.
De hecho, recordó qué pasó cuando supo que iba camino al Mundial: “Nos abrazamos con mi hijo y no podía parar de llorar. Fue una alegría muy pero muy grande y fuerte, en medio de un momento personal muy delicado. Mi mamá había muerto una semana antes, mi hermano venía muy jodido de salud y mi viejo había fallecido hacía justo un año. Venía golpeado de verdad, así que este logro fue una bocanada de aire, de vida para mí y Mateo estuvo siempre ahí haciendo el aguante. Así que el abrazo y llanto con él fueron interminables”. Y agregó: “Fue un logro personal a mis 44 años, fue también un súper logro en equipo, porque esto nadie lo gana solo, pero también la felicidad te sale desde bien adentro del cuerpo cuando te premian por todo el esfuerzo que venís haciendo por años. No es sólo este Mundial, llevamos años trabajando muy duro, y a su vez vendiendo alfajores o fideos, para poder competir. Y en las clases y certámenes, veo y agradezco el esfuerzo también de cada familia, que acompañan a los chicos a todos lados. Siempre se los digo, agradezcan el apoyo gigante que tienen de su familia porque, te repito, solos no logramos nada”.
El camino del “do”, juntos
En el taekwondo, “do” significa “camino”, tal explicó García y, precisamente, es el mensaje que comparte con sus hijos y alumnos. “Es muy importante disfrutar ese camino, es más valioso que el resultado en sí. Es aprender del proceso. Imaginate que todo este camino al Mundial comenzó hace 8 o 9 meses, que lo puede coronar una medalla, o no, pero lo que nos tiene que quedar es toda esta alegría, el esfuerzo que hicimos por ganar nuestro lugar, por poder juntar el dinero y luego por representar a nuestra ciudad y a nuestro país de la mejor manera”.
Junto a Pablo y Mateo, la comitiva funense que irá por todo a Barcelona en julio está integrada por Aylén Del Tigre, Violeta Sirna, Fiorella Zeballos (también fue preseleccionada para la selección Argentina), Fernando Moreno, Lucas Marigliano y el roldanense Santiago Traglia.
Y concluyó: “Estoy acompañado de un equipo de mucha garra, voy al Mundial junto a mi hijo, ¿quien me quita todo lo bailado? Ya soy feliz con lo que tengo”.
Cabe resaltar que el equipo aún sigue con acciones de todo tipo para recaudar fondos, así que en breve compartirá más información en sus redes sociales.
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