Miércoles, 03 de Julio 2024
Sábado, 29 de Junio del 2024

Estar al servicio de los que menos tienen: la historia de Candela en "Sol de Noche"

Integra el equipo de voluntarios del refugio rosarino, que lleva más de 17 años dando techo y comida a varones en situación de calle en invierno.

Cada invierno las noticias dan a conocer cuántas personas en situación de calle son asistidas por los refugios en Rosario, tanto los municipales como el Refugio Sol de Noche (@refusoldenoche). También se habla de las necesidades de estos espacios y el pedido de colaboración de los mismos a la comunidad pero poco del efecto expansivo de esa ayuda que reciben a diario. Hoy, el espacio debe dejar la vivienda a fines de septiembre y mudarse, y claro que necesita ayuda. Mientras tanto son conocidos a nivel nacional por los dos conciertos que dará Ismael Serrano en Buenos Aires a total beneficio de Sol de Noche.

En Sol de Noche, desde hace 17 años (ubicado en Pasaje Marconi 2040), brindan cada noche techo, aseo y comida a unos 35 varones mayores de 45 años en situación de calle, pero cada uno de ellos tiene una historia que no sólo fue mejorando (en la mayoría de los casos) con un simple plato de comida caliente, sino con la calidez de los voluntarios que a diario preparan la comida, se ocupan de otras necesidades del espacio y también, dentro de las posibilidades, se sientan a charlar con ellos y así ver cómo pueden ayudarlos a relacionarse nuevamente con su familia, a encontrar un trabajo o bien a encarar mejor el día siguiente. Candela Ambrosi es una de ellas. Candela tiene 33 años, vive en Funes, trabaja en Funes, pero cada lunes, desde el año pasado, viaja a Rosario para dedicar su tarde/noche al refugio.

“Me sumé porque hacía tiempo que tenía ganas de trabajar en alguna causa social y conocía al refugio por las redes sociales. La verdad es que hacemos un trabajo muy intenso y a su vez muy gratificante, porque cada persona tiene su historia y con esa ayuda cada noche hacemos nuestro aporte para mejorarla”, sostuvo la joven que describió que varios de los que llegan al refugio lo hacen “como consecuencia de diferentes adicciones, situaciones de violencia interfamiliar, malas decisiones y demás factores que los hacen llegan a esa instancia de quedarse sin casa, de tener que vivir en la calle”.

Tratamos de trascender lo estrictamente asistencial. Los ayudamos a gestionar turnos médicos, tramitar el DNI, la jubilación, reestablecer relaciones familiares y todo lo que esté a nuestro alcance para que ellos puedan salir adelante”, sostuvo Ambrosi y comentó que, hace poco (por ejemplo), un “ex refu” no estaba yendo, y a los días envió un mensaje diciendo que les agradecía por la ayuda, y que había encontrado trabajo en una panadería donde también le daban un lugar donde dormir. Otro de los casos tuvieron que ver con algunos distanciamientos familiares y, charla por medio con los voluntarios, pudieron retomar esos lazos y ganaron una segunda oportunidad.

“Ojalá no nos vuelvas a necesitar, y si las cosas no van bien, sabés que podes contar con nosotros” es la frase que Candela y sus compañeros han repetido en las últimas semanas.

Mientras tanto, sigue creciendo la demanda de personas que buscan un plato de comida caliente y un lugar donde dormir. “Nos ocupamos también de esos traslados, y si no pueden venir al refugio, de poder encontrarles un  lugar en el refugio municipal u otro lado”, relató y advirtió que hace poco se trasladó al Sol de Noche a un joven de Funes que llevaba unos días durmiendo en la plaza, situación que conocieron gracias al llamado de una vecina.


Hay que mudarse, pero primero pasar el invierno 

“El amor, el compartir las historias de vida y saber que estas ayudando a tantas personas te reconforta el alma”, resumió la joven funense quien también adelantó que el espacio deberá mudarse a un nuevo lugar a fines de septiembre: “Terminó el contrato con los dueños, que nos han prestado el lugar con tanto amor, así que luego del invierno comenzaremos la campaña para poder tener un nuevo lugar y así prepararnos para el próximo invierno”.

Con eso en el horizonte surgió una ayuda inesperada. Es que ahora ell refugio se hizo conocido a nivel nacional, además de por su labor, por los dos conciertos que este lunes y martes, a las 15, dará el español Ismael Serrano en el Picadero, un teatro porteño. El cantante se sumó al a movida solidaria y cada entrada a los conciertos fueron cambiados por mantas y frazadas que serán destinadas al Sol de Noche.

“Lo de Serrano fue un gran empujón, una gran ayuda, porque la gente nos conoció a nivel nacional y eso siempre suma”, dijo Candela y agregó: “Es admirable que los artistas como él donen sus trabajo para una causa tan noble”.



Quienes puedan ayudar con alimentos, elementos de limpieza y aseo personal o bien con mantas y frazadas pueden comunicarse con el refugio a través de sus redes sociales o bien al 3412827133 y por mail a refusoldenoche@gmail.com




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