Llegó la primavera y con ella flores, colores, polen… y alergias

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En medio de la belleza de la nueva estación comienzan los estornudos, irritación en los ojos, mocos y pañuelos por doquier. ¿Es un resfrío? No, es alergia. Es que la polinización de las plantas, además del viento característico en esta época del año, atentan contra las vías respiratorias y lagrimales de todas las personas, salvo que algunas se ven afectadas en mayor medida. Éstas, tal explicó el médico alergista del Sanatorio de la Mujer, Iván Molinari, a InfoFunes, “son las que tienen la capacidad de comprobar la atopia, que es una predisposición genética a desarrollar un anticuerpo que lleva inmuno globulina E. Es decir, que exagera una protección, una defensa contra algo. Por eso siempre digo, «es alérgico el que puede y no el que quiere»”, resaltó. 

El doctor advirtió que entre un 10 y un 20 por ciento de la población tiene esa predisposición a fabricar esa defensa y que puede derivar en alergias respiratorias no cutáneas perennes (es decir todo el año), como rinitis o asma, o bien estacionales, que aparecen frente a aeroalernógenos que pueden aparecer una o dos veces al año. 

Las de tipo perennes suelen estar relacionadas con los ácaros o el polvo. Por eso sugiere ventilar bien los ambientes, eliminar el polvo de la casa y, en lo posible, no tener alfombras. Además, sostuvo que los aerosoles de marcas conocidas que prometen una desinfección en superficies, sobre todo colchones de casi el 100 por ciento “no brindan una protección tal porque los ácaros, que es un parásito microscópico, de la familia de los arácnidos, suele hacer nidos en medio de las telas, donde es muy difícil llegar con un aerosol”. 

Además, aclaró que más allá de la predisposición de generar estas defensas, lo cual deriva en una alergia, tiene que ver con el lugar que se habita. “Si en Rosario no parás de llorar y estornudar por los plátanos, en Mendoza no tenes ni uno, así que allá no te pasaría. Pero con el tiempo generarías una defensa para un árbol o planta autóctona de allá”, dijo.

Por otro lado, para estos días en los que puede haber mucho viento, el médico sugirió que se protejan nariz y ojos, ya que, incluso a quienes no presenten alergias, el polen puede irritar las mucosas con sus espículas. Además dijo que el polen puede viajar una distancia de 40 kilómetros. 

“Desde el punto de vista médico, hay tres maneras de combatir o prevenir las situaciones desagradables de las alergias, una es la evitación: evitar estar cerca de plantas o animales que nos afecten la respiración. En caso de tener animales, no tenerlos dentro de casa, o bien tenerlos fuera de las habitaciones. No tener alfombras y una buena ventilación ayuda mucho. Segundo: la medicación. Cada especialista analizará el caso personal y medicará de la mejor manera para contrarrestar síntomas. Y tercero: la inmunoterapia (vacunas). Depende el caso, este método puede bloquear esa fábrica que tiene el paciente de producir un anticuerpo contra un aeroalernógeno”, explicó. 

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