Jueves, 28 de Marzo 2024
Domingo, 04 de Julio del 2021

La odisea de alquilar en la ciudad

Mientras la ciudad sigue loteando y abre sus puertas día a día a nuevos propietarios, quienes son inquilinos pierden el sueño, inmersos en una tarea que puede demorar meses: encontrar una vivienda en alquiler

por Vanesa Fresno

En Funes muy pocas casas se alquilan, se observa a simple vista. La oferta de alquileres para vivienda permanente compitió eternamente con el principal uso temporario que se les otorgan a las viviendas de alquiler en una ciudad que en el verano triplica su población. Además, la nueva ley de alquileres, que por estos días cumple su primer cumpleaños, vino a aportar en este contexto más problemas que soluciones.

Pese a que las asociaciones de inquilinos pidieron durante años una ley que los proteja en un mundo en el que las ventajas corren, a priori, por el lado de los propietarios; el primer análisis que hacen varios actores del sector, incluso los mismos inquilinos, queda lejos de aquel objetivo. La oferta de casas en alquiler quedó francamente disminuida en los últimos meses y agravó así la situación.

Hoy quienes buscan alquilar en Funes se ven envueltos en corridas contra el tiempo que requiere en el mejor de los casos de varios meses de búsquedas estresantes, sin contar con los elevados montos que deben contar para iniciar un contrato. Además, no son pocos los que denuncian situaciones de abuso por parte de particulares en algunas oportunidades de “dueño directo”.

Tal como contó públicamente Manuel Carboni, un joven vecino de la ciudad que demoró cuatro meses en encontrar la posibilidad de alquilar en la ciudad donde nació. “Encontré una casa por dueño directo, me gustó, la señé con 5 mil pesos, conseguí las garantías y fueron aprobadas desde el 7 de junio, fecha en la cual la persona se borró. Vive en Rosario y cada vez que se comprometía venir a preparar y entregar la casa no venía ni avisaba. Durante tres semanas me clavé esperando y siempre cancelaba hasta que desistí porque se me iban otras oportunidades de alquiler”, denunció en los grupos de Facebook locales.

La casa en cuestión era una de las del barrio Alfonsín, un plan de vivienda que por su característica hipoteca queda legalmente fuera del mercado locatario. No solo perdió el dinero de la seña en una maniobra poco legal y deshonesta por parte del propietario, también perdió el sueño anhelando finalmente poder alquilar, y meses de trámites.

Manuel contó su experiencia de búsqueda de vivienda, que es la de tantas familias jóvenes. “Por dueño directo hay muy pocos, muy difícil de encontrar y se van rápido. Por lo general en Funes las casas que se alquilan son por alquiler temporario, como máximo por seis meses, o en temporadas donde piden unos 3 mil pesos por día. Cuestan caros, son muy caros los precios en Funes, y lo poco que se encuentra son realmente conejeras: departamentos en los que con los brazos abiertos tocas ambas paredes. Son como estar en Tokio”, grafica sobre las pocas “oportunidades” con las que dio en cuatro meses de búsqueda.

En promedio, una pequeña casa con modesto jardín y un dormitorio puede costar hasta 30 mil pesos al mes de alquiler, con una actualización anual que en este primer año de vigencia de la Ley de alquileres se ubicó en el 38% de aumento. Las viviendas de mayor dimensiones y pileta quedan en su mayoría vacías, a la espera que lleguen los seis meses fuertes de calor donde los alquileres por quincena o semanales se agotan por su altísima demanda, con precios muy por encima de los que podrían obtenerse con un contrato permanente.

A su vez, en el mundo del mercado inmobiliario la relación entre el patrimonio y el retorno de inversiones sigue inclinando mucho más la balanza a la venta que al alquiler. Las decenas y decenas de carteles que ofrecen casas a la venta hablan por sí mismas. Difícilmente se observe en la ciudad un cartel que avise que una casa se alquila. No llegan a colocarse los anuncios porque los interesados aparecen antes.

Detrás de cada operación inmobiliaria hay una necesidad de una familia o una persona. Difícilmente puedan dimensionarse las situaciones angustiosas que ocurren cuando se busca dónde vivir y no se encuentra. Un tema más en la lista de las problemáticas pendientes de la ciudad en lo que refiere a políticas pensadas para un amplio sector social.


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