La biblioteca Susana Llera enfrenta la crisis sumando actividades, desayunos y meriendas
Desde calle San José 1777 el centro cultural suma propuestas para salir de la crisis e invitar a la comunidad a apropiarse del lugar y pasar un buen rato.
De aquellos cajones con libros que se pasearon por las plazas de Funes hasta la casa que hoy se conoce como “la Susana Llera”, la biblioteca popular Susana Llera (@la_susana_llera) lleva más de una década entre las y los vecinos de la ciudad, invitando a la lectura, al encuentro, al conocer al otro, al diálogo y ¿por qué no? a compartir un mate.
Instalada desde hace cinco años en San José 1777 (de 9 a 12.30 y de 16 a 20), la biblioteca es en realidad ya un centro cultural que sueña con poder dar mucho más de lo que brinda en la actualidad.
A diario se preparan desayunos y meriendas con mate (si, hay varios equipos listos), café o té, donde martes y jueves hay chipá calentito y el resto de la semana budines, panes y demás delicias que hacen los emprendedores cercanos (allí se puede leer o trabajar con WIFI); también talleres de todo tipo para las infancias y adultos; los sábados copa su vereda con un gran mercado de productos artesanales, suma socios por una cuota mensual de mil pesos, organizó una rifa para costear el alquiler del lugar y espera, en un futuro no muy lejano, poder aprovechar el gran galpón que tienen en el fondo para eventos culturales de todo tipo.
“Ganas tenemos y muchas, pero todo tiene un costo que ahora no podemos afrontar. El galpón es enorme y hermoso, serviría para hacer muchas cosas ahí, pero hay que acondicionarlo, ojalá lo podamos hacer pronto”, sostuvo Susana Ferroni, su directora.
A Susana, o mejor dicho “Nani”, como la conoce todo el mundo, no le gusta que la llamen “directora” y prefiere presentarse como coordinadora. “Todavía existen esos cargos verticales que acá no van. La responsabilidad es de todos, y los éxitos y fracasos también. Así que prefiero ser coordinadora y estar a la par de mis compañeros y compañeras, porque somos muchos los que trabajamos por este espacio”, sostuvo.
Un espacio para todas las edades y gustos
“Queríamos generar una comunidad en la ciudad, Funes estaba creciendo mucho en habitantes y no en lazos sociales, así que arrancamos con cajones de libros yendo las plazas los domingos para sentarnos a hablar y conocer gente y que la gente se conociera entre si. De a poco nos fueron donando libros, llenamos más cajones, hasta que ninguno de nosotros podía guardarlos en su casa de tantos que teníamos. Fue así que buscamos un lugar propio y una vez instalados surgió la idea de los talleres”, relató Nani Ferroni a InfoFunes.
Hoy la biblioteca Susana Llera funciona como un espacio de lectura (en el lugar y mediante el préstamo de libros), una faceta que se beneficia al estar frente a una escuela, la 398, Islas Malvinas. “Contrario a lo que se dice hoy en día, hay muchos adolescentes lectores. La sala de lectura de los chicos es lo que más se mueve y también hay muchas personas adultas que se suman. Yo creo que los que menos leen hoy en día son los padres que vienen corriendo con los horarios y la rutina, los que están en el momento más álgido de su vida laboral, pero fuera de esa etapa, todos vienen a leer”, resaltó.
Además, comentó que, en materia infantil, “los niños y niñas leen bastante aquí, sobre todo porque se lo toma como un paseo”.
Pero eso no es todo, en la biblioteca también se puede aprender con las manos. Existen talleres para chicos como circo y acrobacia, de música, uno de arte, otro de teatro, otro de ajedrez (en este participan chicos más grandes, preadolescentes) y cerámica. En tanto, para adultos hay talleres de oficios artísticos como cerámica, joyería, vitrofusión, mosaiquismo, canto, música, improvisación teatral, tejido, escritura (hay varios, uno regular, semanal, que tiene un objetivo más de narración, de continuada, y otro llamado “happy hour de escritura”, un momento de escape donde uno se relaja con lápiz y papel en mano).
Incluso en cada taller publicado en sus redes sociales cuenta con el contacto de las o los profesores para que las y los interesados puedan informarse directamente. “Incluso toda la comunidad debe saber que al ser talleres permiten que cada uno ingrese en la altura del año que quiere, acá no hay fechas de inicios y de cierre y si no las respetas quedás fuera. Los talleres son abiertos y te sumás cuando querés o podés”, aclaró Ferroni.
Con el viento en contra
El equipo que trabaja en la biblioteca popular no es ajeno a la crítica situación económica que atraviesa al país y si bien el objetivo de toda su labor tiene como fin el acercar la cultura a toda la comunidad, necesita de la ayuda, en especial económica, de todos para subsistir y para renovar el contrato de alquiler de dicho espacio. Es por eso que lanzó una rifa a $3 mil cada numerito, que se sorteará el 19 de octubre.
Y por si fuera poco el lunes pasado ingresaron ladrones a robarle parte de la recaudación del mercado mientras la biblioteca estaba cerrada. “Si bien no fue mucho dinero el robado, nos va a costar mucho más arreglar la reja, la puerta, y esa sensación de inseguridad, de vulnerabilidad que tenemos”, mencionó Nani y aseguró: “Tendremos que trabajar el doble pero con la ayuda de todos vamos a salir adelante”.
Así y todo la Susana Llera no para, continuará con sus mercados los sábados, sus talleres en la semana, matecitos y meriendas y seguirá firme con el sueño de los espectáculos en el galpón del fondo.
“Si algo fuimos logrando en estos años fue el contacto con gente que le pone ganas a las cosas que hace. Y están todos invitados a traer propuestas de cosas por hacer, de usar el espacio, y vemos cómo nos sirve a todos. Incluso algunos productores que tengan ganas de presentar sus obras o conciertos. Es más, si alguien no tiene tiempo pero puede contar con una tarde libre, también es bienvenido a ayudarnos a ordenar los libros. La biblioteca es de todos y están las puertas abiertas a todas las ideas o manos que quieran llegar”, concluyó.
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