Incendio en Islas Malvinas: “De milagro no fue una catástrofe”

Desesperantes horas vivieron los vecinos del barrio Islas Malvinas, ubicado donde terminan Funes City y Funes Norte. Viviana, comenzó alrededor de las 12 del mediodía, un fuego en la parte trasera de su domicilio, sin darse cuenta que una de las bolsas que tiró, contenía un desodorante que explotó y potenció las llamas. 

Los pastizales altos y secos, sumado a la sequía y el viento, hicieron que el fuego se propague en segundos. “Intenté apagarlo como pude, con una alfombra, no tenemos agua corriente ni luz y la bomba no me prendía. Mi esposo no estaba y mis hijos chiquitos me intentaron ayudar, pero se propagó muy rápido” contó. 

El barrio, de unas seis manzanas, donde viven alrededor de veinte familias, no cuenta con luz, ni agua, ni gas. De hecho, es considerado “zona rural” en los planos de la ciudad. Se encuentra ubicado al lado de un importante basural.

Mariana, una de las primeras vecinas en empezar a intentar sofocar el incendio, contó a Info Funes “mi nena me avisó que había fuego y cuando salimos era tremendo, los yuyos agarraban enseguida, prendimos inmediatamente la bomba y empezamos a intentar apagarlo. Por suerte mi esposo y yo estábamos en casa y el barrio concurrido, porque normalmente a esta hora no hay nadie” aseguró.

Las imágenes de cómo quedó el lugar son impactantes, más de dos hectáreas de pastizales hechos cenizas. “Fue un milagro que no haya agarrado el basural el fuego o alguna casa, porque habría sido una tragedia” se quejaron varios vecinos.

En la zona, trabajaron ocho bomberos de Funes, cuatro de Roldán y cuatro de Rosario, más cuatro empleados de protección civil, personal policial y de tránsito. Dos camiones del Municipio y una pala retroexcavadora. Sin contar la decena de vecinos que a baldazos y con mangueras les hicieron frente a las llamas.

“Una vez en el lugar, se evaluó la situación y para optimizar los recursos se atacó todo el perímetro para que no siga tomando terrenos” informó el Jefe de Bomberos voluntarios local, Lucas Canteros.

Consultados sobre las recurrentes problemáticas que ocasionan los “fuegos que se van de las manos” los jefes de Control Urbano y Bomberos Voluntarios, coincidieron: “la gente no dimensiona el gasto que implica a nivel económico y a nivel de capital humano estos operativos. Hay que tener más cuidado y responsabilidad”.

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