Miércoles, 30 de Octubre 2024
Sábado, 12 de Junio del 2021

Gastronomía: dos caras de una moneda signada por la nueva normalidad

Dos puntos se hicieron fuertes en la gastronomía en contexto de pandemia: prestar un buen servicio de envíos y contar con espacios al aire libre donde los cuidados se potencien.

por Vanesa Fresno/Infofunes

En la ciudad, bares y restaurantes aprovechan cada quien la estructura con la que cuentan para potenciar estrategias que le permitan resistir a las restricciones que se imponen ante la virulencia de los contagios.

Así como durante el verano los lugares que contaban con espacios al aire libre para atender comensales pudieron aprovechar la temporada para paliar la baja en el consumo que signó todo el 2020. En cambio, durante mayo las nuevas restricciones y el clima que dejó de acompañarlos, potenció a aquellos que se hicieron fuerte en la modalidad de envíos a domicilio.

En Donatto, la casa de comidas del barrio Funes City, aseguran que fue una buena apuesta fortalecer la modalidad delivery y take away, centrales en el buen resultado que tuvo su negocio ante estas nuevas restricciones. “Al estar cerrados los bares que son de noche tal vez nos favorece porque estamos alejados del pueblo. Al contrario de todo el mundo, esto de alguna manera nos favorece porque el bar es chico, pero podemos trabajar con delivery ya que estamos en un lugar que no tiene el mismo movimiento que el pueblo”.

Además de los menús diarios y variedad de comida casera, decidieron apostar a un esquema de combos familiares para ofrecer sobre todo en períodos de restricciones. “La familia queda junta en su casa, por más que no se puedan reunir por lo general conviene promociones familiares como las que sumamos”, cuenta Stella.

A diferencia de Donatto, otros bares de la ciudad se vieron obligados a cerrar sus puertas ante nuevas restricciones. Leandro, titular de Arengo, el salón de fiestas que en diciembre apostó a reconvertirse en cervecería, no pudo capitalizar su gran jardín más que algunos meses. 

“Cuando arrancó la pandemia probé hacer delivery y no funcionó, estamos bastante alejados”, cuenta sobre el local que se ubica a pocos metros de garita 17. “Estábamos trabajando como patio cervecero hasta que el frío y el comienzo de las clases empezó a aflojar. Cuando el día acompañaba se llenaba, pero un público más familiar, que a partir de marzo ya empezó a aflojar. Reconvertimos el patio cervecero a parrilla y nos fue bastante bien, aprovechamos el espacio al aire libre, pero no es un esquema que sirva para delivery. La idea es retomar ni bien se pueda porque lamentablemente sabemos que las restricciones fuertes van a estar los fines de semana, días que son el fuerte del movimiento”, lamenta.

Mientras el mundo sigue transitando estos períodos de “danza y el martillo”, término acuñado por epidemiólogos de todo el mundo para referirse a los períodos de restricciones que deben implementarse en momentos álgidos de contagios, para luego retomar actividades, la gastronomía apela a la creatividad para potenciar cada una de sus ventajas estructurales. 



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