Funes trabaja con aroma a café: bares llenos de notebooks y videollamadas impulsan un fenómeno que crece

La distancia para el trabajo dejó de ser un problema desde que la conectividad y las reuniones virtuales se volvieron protagonistas y en ese contexto Funes cada vez suma más espacios donde poder desarrollar la tarea laboral fuera de casa. Arquitectos, diseñadores, programadores, consultores y emprendedores encuentran en la ciudad un entorno donde las condiciones para trabajar son tan buenas como en cualquier gran centro urbano, pero con menos estrés.

Ese cambio en los hábitos impulsó una oferta que crece mes a mes, espacios especialmente diseñados para trabajar con comodidad y profesionalismo, con servicios a la altura de la demanda actual. Bioma Cowork Funes fue uno de los pioneros en ofrecer este tipo de servicios. Sin embargo, el fenómeno también se expandió a la gastronomía local. Cada mañana, cafeterías y bares se convierten en oficinas improvisadas: mesas con notebooks, videollamadas, auriculares y cappuccinos en simultáneo. The Coffee Shop, Las Vegas, The Club, Sablé Paris, Ficus, y varios locales más detectaron un consumo más diurno, sostenido y asociado al trabajo. Incluso muchos adaptaron sus espacios para mejorar la comodidad de quienes pasan horas conectados.

"Esta nueva cotidianeidad derrama beneficios en toda la actividad económica. La ciudad presenta movimiento comercial a toda hora, a diferencia de años atrás. Hay tráfico antes del mediodía, reuniones en pausa almuerzo y gente caminando que está trabajando", explicó a InfoFunes el titular de una de las cafeterías que ya atiende esta demanda. Al mismo tiempo, las inmobiliarias confirman un aumento constante en las consultas por alquiler de oficinas o pequeños locales para montar espacios laborales.

El proceso también está generando comunidad. Profesionales que se mudaron desde Rosario o desde otras ciudades ahora encuentran en Funes un ecosistema donde trabajar, formar redes y proyectar sus negocios.

Si la tendencia continúa como hasta ahora, Funes pasará de ser “la ciudad jardín” a ser también un polo laboral que redefine cómo se trabaja en la región. Un modelo donde productividad y calidad de vida dejan de competir y se integran en un mismo lugar, a minutos de casa, pero lejos del caos del microcentro rosarino.

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