Viernes, 29 de Marzo 2024
Lunes, 10 de Febrero del 2020

Funes insegura: los mismos de siempre y la misma falta de soluciones

Durante las últimas semanas se repitieron varios hechos de inseguridad en Funes. Algunos ajenos al sentir cotidiano; otros producto típicos de la época del año. ¿Qué pasa en la ciudad?

Policía local y Comando Radioeléctrico afrontaron la responsabilidad de cuidar la ciudad y lo hicieron con victorias que llevaron a los delincuentes tras las rejas. Pero no fue suficiente. 

Una banda de delincuentes liderada por una mujer extranjera, acompañada de un puñado de adolescentes, tuvo a maltraer a Funes durante los últimos días de enero. Robos violentos, arrebatos, ataques vandálicos. Todo un repertorio de hechos que terminaron, como era previsible, con los rufianes tras las rejas. Pero no alcanzó. Posiblemente, incluso, alguno de ellos esté leyendo esta nota, al igual que usted, querido vecino, que lo hace mientras relojea la puerta para ver si la tiene cerrada con llave. 

El primero de los hechos tuvo lugar en el Museo “Juan Murray”. Allí debió presentarse la policía luego de que “un grupo de chicos” arrojara piedras contra el establecimiento. “Suelen juntarse ahí. Se quedan sentados cerca de la vía, toman cerveza. No hacen nada”, se quejó un vecino. Pocos días antes, incluso, un jovencito que pasaba por allí había sido víctima del robo de su bicicleta. 

Pero lo que empezó como un hecho de vandalismo –rompieron un vidrio y algunas farolas- pasó rápidamente a mayores. En la antesala del fin de semana pasado, delincuentes atacaron dos comercios ubicados sobre calle Irigoyen: un local de telefonía móvil y una heladería. Del local de celulares se llevaron, luego de destrozar la puerta de ingreso a patadas, varios elementos tecnológicos. 

A esos hechos le continuó, en violenta escalada, un robo mucho más grave. El perpetrado por un masculino en el local de Hackers, ubicado sobre Avenida Fuerza Aérea. Allí, dos hermanas de 13 y 20 años fueron amenazadas con arma de fuego por un hombre que luego se llevó como botín algo más de $ 15.000. 

La crónica policial diría luego que el masculino se hizo pasar por un cliente y cuando tuvo oportunidad mostró su arma de fuego, amenazó a las empleadas, para luego llevarse el dinero en efectivo y algo de mercadería.

Al momento del robo había dos jóvenes de 13 y 20 años, ambas hijas del dueño del comercio. “Fue en un momento en el que dio la casualidad de que estaban solas. Entró como a comprar pan y justo yo estaba hablando por teléfono con una de ellas y escuché que el tipo le dice "dame todo, dame todo", contó Mauro, dueño del local. "Me desesperé porque yo estaba en mi casa y salí corriendo para el local. Amenazó a mi hija más chica con un arma y le pidió la plata de la caja. Quedó todo filmado en las cámaras que tengo. A la vuelta del local por calle Candelaria había un auto chico de color gris, sin patente y polarizado que lo estaba esperando, y se escaparon”, siguió. 

“Quedó todo filmado” fue el primer paso hacia la detención de los delincuentes. Es que pocas horas después de los hechos narrados, tres menores y tres adultos fueron acusados de robar un local de celulares, una heladería, un minimarket y dos vehículos. Y tras una breve investigación policial todos fueron detenidos. 

Las detenciones se dieron luego de una investigación que apuntaba a tres menores, una joven y dos adolescentes, y otros tres adultos, dos hombres y una mujer. "Durante todo el día y la madrugada se estuvo trabajando con el fin de poder lograr el esclarecimiento de los mismos", informaron desde Comisaría 23 sobre el trabajo conjunto con el Comando, y aclararon que "se secuestraron distintos elementos que fueran denunciados como sustraídos en comercio de telefonía celular".

Como ocurre en estos casos, las seis personas detenidas fueron puestas a disposición de Fiscalía de flagrancia, desde donde ordenaron que los menores fueran "entregados a sus progenitores para guarda y custodia" mientras que los mayores de edad, una mujer extranjera vecina Funes de iniciales L. D. y uno de los hombres, "recuperaron su estado de libertad ambulatoria siendo notificados por el hecho de encubrimiento". El restante adulto quedó notificado por otra causa y unas horas más tarde también quedó en libertad. 

Dicho de manera más informal: entraron por una puerta y salieron por otra. 

En este sentido, el propio intendente de Funes se mostró molesto por los reiterados robos y se quejó porque “pese tenerlos identificados y detenerlos” quedan en libertad “de inmediato”. “Es una bandida que nos genera varios problemas. Los hemos agarrado varias veces, pero lamentablemente quedan libres rápidamente”, dijo sin rodeos Rolvíder Santacroce. “No me gusta que pasen estas cosas”, agregó.

Sólo a modo descriptivo se puede agregar a la seguidilla de robos otro hecho de inseguridad que causó temor en varios vecinos. Es el caso de Andrea, una vecina que llegó a la ciudad a fines de 2019 y en menos de tres meses ya le robaron dos veces. 

"No me terminé de instalar que ya me robaron dos veces", se quejó la mujer que hace pocos días se mudó a la zona de Sarmiento y José Hernández.

La semana pasada, cuando Andrea regresaba a su casa luego de ausentarse dos días por cuestiones laborales, descubrió que habían entrado a su propiedad y se habían llevado una gran cantidad de cosas. Los delincuentes se manejaron con total libertad, abrieron el alambrado y cargaron en un vehículo de todo: cama, anafe, televisores, computadoras, microondas, ropa, cortadora de césped, sierra eléctrica. 

"Es la segunda vez que entran a mi casa. La primera estábamos en mudanza y esta vez ya instalados por eso robaron muchas más cosas. No me dejan terminar de instalarme que me reciben así, con dos robos. Nunca imaginé que esto iba a pasar en Funes", se lamentó Andrea al ser entrevistada por InfoFunes. 

Los hechos se multiplican. A los mencionados se pueden sumar arrebatos, robos de bicicleta, hechos menores o actos de vandalismo que suceden, como mínimo, semanalmente. Lo que molesta, lo que irrita, es que muchos de los hechos son perpetrados por los mismos delincuentes.

Lo que molesta, lo que irrita, es que pese al esfuerzo policial, muchas veces la ley no acompaña para hacer de Funes una ciudad mucho más segura. 

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