Es de Funes, practica judo en San Telmo y logró el bronce en el Mundial de Las Vegas
Sebastian Vinaya tuvo su revancha tras volverse de los dos mundiales anteriores con las manos vacías. Ya había sido campeón sudamericano y ahora va por más.
Sebastián Vinaya es uno de los tantos ejemplos en el país donde queda en claro que la perseverancia, la disciplina y el esfuerzo por cumplir un sueño tienen su fruto. Si bien en la historia de este funense su sueño de subir a un podio con el Judo fue mucho más tarde de lo esperado, hoy disfruta de haber logrado la medalla de bronce en el Mundial de Judo disputado en Las Vegas, luego de volverse con las manos vacías en los dos anteriores (Marruecos 2019 y Abu Dhabi 2023), a pesar de haber quedado en octavos en Cancún 2018.
Ya sin la presión de poder llegar al podio, sabiendo que lo ha logrado y puede volver a hacerlo, Vinaya se prepara para lo que será Bélgica 2025 (sede aún no confirmada oficialmente).
“Sé que me saqué la mochila de ese objetivo, y la presión que tiene entrenar luego de haberme pegado la vuelta en dos mundiales tras la primera pelea. Ahora voy a seguir, mejorar la performance, pero ya más tranquilo, sabiendo que lo he logrado y puedo volver a hacerlo o incluso mejorarlo”, dijo. Además, reconoció que el seguir entrenando por nuevas metas lo “mantiene muy bien física y mentalmente”.
Vinaya y el abrazo de sus hijos tras el logro mundial.
Vinaya comenzó a practicar judo desde los 10 años, participó de certámenes de gran porte hasta que se mudó a Rosario para estudiar Ingeniería en Sistemas en la UTN y su pasión por el judo debió quedar cajoneada por varios años. Luego, llegó la familia, el trabajo y recién en 2014, cuando se mudó a Funes con su esposa e hijos, pudo volver a su gran amor. Ya en 2017, reinició su entrenamiento en San Telmo y con él las metas de un Mundial como veterano.
Al llegar de Las Vegas, el deportista sostuvo que este logro “fue una consagración a una vida dedicada al deporte, para cierra una etapa muy feliz de tanto trabajo con el equipo, un reconocimiento a tanta vida de trabajo”. Y agregó que alterna sus horas de trabajo con las de entrenamiento: “Mis hijos ya son más grandes, tienen 13 y 16 años, así que me puedo permitir dedicarme al judo en la tarde/noche”.
Desde que retomó su entrenamiento tuvo la posibilidad de competir en dos torneos Sudamericanos, donde consiguió primer y segundo puesto; dos Panamericanos, ambos finalizando en segundo lugar; y cuatro Mundiales: Cancún 2018 (termino octavo), Marruecos 2019, Abu Dhabi 2023 (en ambos fue eliminado en la primera pelea) y Los Ángeles 2024 (medalla de bronce).
Por otro lado, al haber retomado su entrenamiento en Funes, ciudad a la que llegó en 2014 con su familia y donde pudieron construir su casa, Vinaya compartió: “Cada vez que volvía por vacaciones a mi Río Negro natal me preguntaba qué estaba haciendo en Rosario, y en Funes pude obtener esa tranquilidad que me hace sentir con en casa. Acá encontré los espacios para mí, la paz que me daba Río Negro, ni hablar de la calidad humana de quienes me ayudaron a prepararme, practico en San Telmo con los mejores. Acá puedo disfrutar de mi familia, salir a correr, entrenar, respirar aire puro, puedo decir que Funes es ahora mi lugar en el mundo”.
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