Domingo, 24 de Noviembre 2024
El boom de las ferias americanas: otra cara de la crisis en Funes
A diario se conocen nuevas ferias domiciliarias que ofrecen ropa, calzado y demás productos tanto nuevos como usados.
Lejos de tener su fundamento en “la conciencia ecológica” o “el consumo sostenible de la ropa”, como muchas veces se quiere etiquetar a las ferias para darle un aire más top, lo que ocurre en Funes y en muchos otros lugares es que, quienes la organizan, encuentran en estos eventos un ingreso extra por cosas que, en otro momento, quizás, habría donado.
De un tiempo a esta parte ya no son sólo las tradicionales “ferias de artesanos” las que se pueden visitar en Funes. Y estos últimos meses, de manera más significativa, las redes sociales son el medio que se utiliza para difundir los eventos, invitando a los vecinos a ferias de garaje o americanas en domicilios particulares de la ciudad.
La crisis económica por la que atraviesa el país hizo que estas ferias informales en los patios de las casas, garajes o en las veredas proliferen. “La gente vende lo que le sobra y logra hacerse unos pesos extra para llegar a fin de mes y otros encuentran una alternativa más accesible para comprar lo que necesitan”, resumen los feriantes.
Los percheros y tablones ofrecen todo tipo de indumentaria y calzado desde precios realmente bajos. También se pueden encontrar libros, productos de belleza, alimentos caseros, objetos de decoración, pequeños electrodomésticos y hasta muebles.
En los posteos, se pueden observar los diferentes motivos que llevaron a las organizadoras – ya que son las mujeres las que mayoritariamente se embarcan en esta forma de venta – a realizar las ferias. Están quienes lo plantean como “una alternativa ante el desempleo y la escasa oferta del mercado laboral” pero también quienes lo presentan como una “oportunidad para conseguir cosas en buenas o perfectas condiciones a un mejor precio” para quitarle un poco el tinte devastador.
Otro dato que no sólo sucede en las ferias que se organizan en la ciudad, sino que se replica en las de otros sitios, es que esta modalidad de venta trasciende lo individual y, por lo general, suelen asociarse varias personas para ofrecer mayor cantidad de mercadería.
De un tiempo a esta parte ya no son sólo las tradicionales “ferias de artesanos” las que se pueden visitar en Funes. Y estos últimos meses, de manera más significativa, las redes sociales son el medio que se utiliza para difundir los eventos, invitando a los vecinos a ferias de garaje o americanas en domicilios particulares de la ciudad.
La crisis económica por la que atraviesa el país hizo que estas ferias informales en los patios de las casas, garajes o en las veredas proliferen. “La gente vende lo que le sobra y logra hacerse unos pesos extra para llegar a fin de mes y otros encuentran una alternativa más accesible para comprar lo que necesitan”, resumen los feriantes.
Los percheros y tablones ofrecen todo tipo de indumentaria y calzado desde precios realmente bajos. También se pueden encontrar libros, productos de belleza, alimentos caseros, objetos de decoración, pequeños electrodomésticos y hasta muebles.
En los posteos, se pueden observar los diferentes motivos que llevaron a las organizadoras – ya que son las mujeres las que mayoritariamente se embarcan en esta forma de venta – a realizar las ferias. Están quienes lo plantean como “una alternativa ante el desempleo y la escasa oferta del mercado laboral” pero también quienes lo presentan como una “oportunidad para conseguir cosas en buenas o perfectas condiciones a un mejor precio” para quitarle un poco el tinte devastador.
Otro dato que no sólo sucede en las ferias que se organizan en la ciudad, sino que se replica en las de otros sitios, es que esta modalidad de venta trasciende lo individual y, por lo general, suelen asociarse varias personas para ofrecer mayor cantidad de mercadería.
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