Sábado, 20 de Abril 2024
Domingo, 10 de Octubre del 2021

Dos hermanos, la misma pasión: correr pese a la adversidad

Raúl y Leonardo Valenzuela son hermanos y maratonistas. Pero lejos de entrenar en un ambiente ideal, lo hacen cuando o como puede. Uno entrena mientras trabaja, el otro cuando visita a su hija, que vive en Ybarlucea. Una historia de superación y esfuerzo atravesada por el amor al deporte.

por Vanesa Fresno

Uno entrena cavando pozos para piletas. El otro, corriendo hasta Ybarlucea para visitar a su hija. A los dos les cuesta mucho esfuerzo todo, no sólo el deporte que abrazan sino también llegar a fin de mes. Son hermanos y tienen varias cosas en común, sobre todo la pelea diaria por ganarse el pan sin renunciar a tener sueños. Raúl y Leonardo Valenzuela. Pila y Leo, los funenses que le corren una carrera constante a la adversidad.

A Pila ya lo conocemos. Es el maratonista funense más exitoso. Desde hace más de veinte años siempre le busca la vuelta para combinar su pasión por correr con la necesidad de trabajar. En septiembre volvió a correr una maratón después de casi dos años alejado de las carreras. Se preparó sin dejar de trabajar. No puede darse ese lujo.

Leo, su hermano, siempre fue más del fútbol y el vóley, pero de tanto ver a Pila correr y correr, se animó a probar. El entrenamiento, diseñado minuciosamente por el Valenzuela más experimentado, incluía incursiones a la vecina Ybarlucea, donde vive su hija, a quien iba a visitar corriendo, naturalmente.

Raúl tiene más de 30 maratones en el lomo donde terminó en el primer puesto general y de categoría y ostenta un récord provincial de 1 hora, 11 minutos y 35 segundos los 21 kilómetros, alcanzado en 2012. Fue reconocido como mejor atleta municipal de Funes durante 2011, 2012 y 2013 y estuvo tres años consecutivos en el primer puesto, junto al ciclista David Tossoni, del Duatlón.

El domingo 19 de septiembre se dio el gusto de volver a una competencia después de casi dos años en los que cuestiones laborales, primero, y la pandemia de Covid-19, después, lo mantuvieron alejado. Y cumplió su objetivo: completó la prueba con un tiempo de 02h45m01s y terminó en el puesto 23 de la clasificación general y también entre los varones. Además, en la clasificación por edad, terminó en el noveno puesto dentro de su rango etario.

Leo apuntaba a un objetivo más modesto que su hermano y se anotó en la carrera de 21 kilómetros. Cuando faltaban 15 días para la carrera, le robaron su moto, elemento vital de trabajo, pero la pudo recuperar. El sábado 4 de septiembre estacionó su moto en la esquina de Independencia y Santa Fe y entró al bar donde trabaja como cadete a buscar pedidos. En ese instante, le robaron el rodado, que apareció varios días después en un descampado.

"La verdad es que el robo me afectó, no sabía qué hacer", recuerda Leo en charla con InfoFunes. "Me sentía mal, triste, pero salí adelante igual, mucha gente de Funes me ayudó, nunca me quedé sin trabajo y seguí corriendo", dice. Ese domingo, tuvo premio tanto esfuerzo: “Me fue muy bien, bajé el tiempo que venía haciendo y tenía piernas para seguir", apunta.

Con la adrenalina del regreso a las carreras, Pila no quiere perder el envión y ya prepara su próxima competencia. Será el 31 de octubre en la Maratón de la Batalla de Punta Quebracho, en Puerto General San Martín. Allí correrá 10 kilómetros con la energía intacta y recuperando su mejor forma de entrenar: este mes vuelve a su trabajo de recolector de residuos.

La experiencia en la maratón de Rosario terminó de encender el fuego de Leo, que ahora quiere más.  "Creo que me puedo animar a una de 30 km, soy joven y fuerte y me siento con capacidad para lograr una carrera así", asegura, pero advierte: "Me cuesta mucho por el tema del laburo". "Me gustaría poder conseguir un buen trabajo, de mañana, que me permita poder correr a la tarde, ojalá alguien me pueda ayudar", dice.



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