Di María, sobre la amenaza que recibió en Funes: “Fuimos los que más sufrimos”
Además, el jugador reveló otra fuerte intimidación a su familia: "Me dejaron una caja con una cabeza de chancho, una bala en la frente y el nombre de mi hija".
Días después de haberse conocido la noticia de que Ángel Di María no vuelve a Rosario Central y renueva su contrato con Benfica de Portugal, el futbolista campeón del mundo rompió el silencio y dio detalles sobre los motivos de su decisión.
En una entrevista brindada al medio Rosario3, Fideo ratificó que tenía “todo listo" para regresar al Canalla, pero que no optó por no hacerlo debido a la intimidación que recibió en su casa de Funes el pasado 25 de marzo, y por otra mucho más grave que sucedió en el negocio de su hermana, donde le dejaron “una cabeza de chancho y una bala en la frente” y una mención a su hija.
“Mis nenas y Jorgelina (Cardoso) eran las primeras que querían venir. Ella fue quien estuvo todo el año metida a full para terminar y amueblar la casa, para hacer todo lo que es la mudanza, había anotado las nenas en la escuela, se encargó de todo para que yo no hiciera nada, y las nenas contaban los días para venir a vivir con sus abuelos. Nosotros cuatro fuimos los que más sufrimos, porque antes que sea el sueño de cualquier hincha era el mío, mi sueño, el de mi familia”, sostuvo Di María.
Continuando, el jugador reveló: “Hubo una amenaza en el barrio de mis papás (Miraflores). Que salió en todos lados, y simultáneamente hubo otra amenaza en la inmobiliaria de mi hermana que no salió a la luz porque mi hermana y mi cuñado se asustaron y no denunciaron. Era una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente, y una nota que decía que si yo volvía a Central la próxima cabeza era la de mi hija Pía. También nombraban a Bullrich (Patricia) y Pullaro (Maximiliano), que querían que se vayan. Después se sumó la amenaza de la estación de servicio donde tiraron los tiros, que no fue hace mucho tiempo. Ahí podría haber muerto cualquier empleado o persona que estuviera ahí en ese momento, una locura. Creo que fueron demasiadas cosas para tomar esta decisión, no son papelitos solamente, hubo tiros y cosas graves”
“La decisión la tomé yo después de que pasó la primera amenaza. Estaba en Estados Unidos con la Selección y ahí dije que era imposible volver, eso fue el 25 de marzo. Me acuerdo que días después me escribe Gonzalo Belloso y me pregunta cómo estaba, cómo estaba mi familia. Y le dije “para la mierda”. Yo no voy a volver a Rosario de esta manera. Tocaron a mi familia y eso sí que no lo voy a permitir. A cualquier precio no. Pasó el tiempo y volví hablar con Gonzalo, que fue en mayo, y le dije que no volvía, que no iba a poder estar tranquilo sabiendo que en cualquier momento podía pasar algo, que para muchos Central está primero, pero para mí no, para mí primero está mi familia, le pese a quien le pese”, añadió el rosarino.
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