Clubes y Covid: “Seguimos apelando al corazón y a la pasión”

Entre tantas actividades que aún no pueden retomar su actividad durante debido a las medidas de distanciamiento que se exigen en medio de la pandemia de Covid-19 se encuentran los deportes, gimnasios y actividades recreativas. Los clubes que viven de la oferta deportiva tienen que sostener a como de lugar enormes espacios que hoy se encuentran vacíos.

Mientras que esperan entrar en el radar de los sectores pendientes, se apoyan en la indispensable colaboración de los socios, que tienen sus propios bolsillos golpeados, y golpean puertas para recibir algún tipo de ayuda que sostenga sus instalaciones y a quienes trabajan ahí.

En el Club San Telmo se pagan 48 sueldos entre profes, mantenimiento y administración. “Son 48 familias que quizás no vivan todos del club pero representan parte de su ingreso”, explicó su presidenta, Débora Edreira. En abril pudieron pagar tan sólo la mitad de sus sueldos, o viáticos. Eso implicó un esfuerzo de 200 mil pesos. “A los 400 mil pesos de sueldo se suman la EPE, Urgencias, teléfonos, internet, alarma, artículos de limpieza, etc. y etc”, remarca.

La estrategia de pandemia que tomó el rojiblanco fue aplicar una nueva “Cuota de Emergencia”. Si la cuota habitual era de 250 pesos, y por cada socio se paga aparte una o más actividades deportivas que rondan los mil pesos, estimaron sumar un valor de una cuota de emergencia de 500 pesos por socio mientras dure la situación para ellos. 

En el club durante este tiempo, “hay de todo, hay familias que siguieron pagando la cuota deportiva, hay quienes no pueden nada, no tienen un peso, y por suerte hay varios que están pagando esa cuota de emergencia. Pero la recaudación está entre un 25 y un 30 por ciento, de los 1200 socios, unos 300 están pudiendo pagar”, remarca Edreira.

En el Club Atlético Funes (CAF) la situación es igual de complicada. Al no haber actividad, no hay ingreso económico. “Sólo ingresó la cuota de los que están adheridos al débito automático, que es el 20 por ciento de los 700 u 800 socios”, explicaron desde la comisión directiva.

Con una cuota de 150 pesos, y una recaudación del 20 por ciento, el Club Funes debe sostener un edificio y cinco familias que dependen de un sueldo: tres trabajadores efectivos del club y dos coordinadores. “La cuota es baja pero la gente está mucha sin trabajo, no se puede exigir al socio que tenga la cuota al día, si los invitamos a quien pueda acercar aunque sea algo de las cuotas atrasadas de a poco lo haga, como pueda, servirá para poder mantener el club”, explicó Spagnoli.

Aun no se sabe por dónde vendrá un salvavidas, y si llegará. Por el momento la situación es mantenerse a flote hasta el momento que les permitan reabrir, y reconstruir de a poquito la situación. Por ejemplo, el subsidio de Clubes Argentinos que se podría llegar a cobrar en un hipotético caso del que aún no hay mayores precisiones, es un monto de 60 mil pesos. Edreira explicó por ejemplo que San Telmo paga 25 mil pesos sólo de luz.

En el CAF saben que no queda otra. “Mientras tanto es remarla para que no se venga tan abajo, recibimos la ayuda económica que corresponde a la TGI, que fueron 20 mil pesos, ayudó pero obviamente no alcanzó para mucho”.

“Seguimos apelando al corazón y a la pasión”, invitan en San Telmo a remarcar entre todos el valor social que cumplen. Saben que cuentan con la pasión de sus socios que sienten al club como su propia casa, y tienen fe en salir adelante entre todos. Mientras tanto, en Club Funes añoran el regreso: “Esperamos con los brazos abiertos el día que podamos volver a abrir las puertas y que el Club se llene de risas y gritos que estaban siempre, nos falta la alegría de los chicos adentro, así cerrado es un espacio frío, pero pronto nos encontraremos”.

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