Sábado, 20 de Abril 2024
Sábado, 10 de Abril del 2021

Al infinito, y más allá... en familia y en motor home

Una familia, un sueño y un viaje. Ellos son 6: una madre, un padre y sus dos hijos varones acompañados por sus novias, todos a bordo del “Gauchito Viajero”.

por Vanesa Fresno

Con la idea de hacer algo diferente y salir de los viajes tradicionales en auto, esta familia decidió seguir un sueño y viajar hacía el fin del mundo. Compraron y restauraron un colectivo escolar y lo convirtieron en una casa para seis. A finales del 2020 partieron a su aventura y estuvieron 74 días viajando y recorriendo la Argentina desde Funes hasta Ushuaia.

Miguel Rodríguez de 48 años, el papá de la familia, Natalia Ferroni de 48 años, la mamá, y sus hijos Santiago Rodríguez Ferroni de 21 años y Lautaro Rodríguez Ferroni de 20 años quienes estuvieron acompañados de sus novias Valentina Román de 20 años y Dianela Faes de 20 años también. 

Afirman que como familia  siempre les gustó viajar y para variar un poco surgió la idea de armar un “motor home”, pasaron un tiempo averiguando cual era el mejor vehículo y el más económico para el proyecto hasta que encontraron un colectivo de línea que fue usado como colectivo escolar “El Gauchito” ya que su dueño anterior era devoto del Gauchito Gil, así la familia Rodríguez Ferroni decidió llamarlo “El Gauchito Viajero”.

Una vez que lo tuvieron realizaron un diseño, y para eso tenían que saber cuántas personas viajarían. Todos se sumaron a la propuesta y terminaron diseñando una casa para seis. El primer paso era desarmar las butacas y los revestimientos, una vez desarmado todo el interior, realizaron un “croquis” con dimensiones y posibles separaciones, tratando de ser eficientes con el espacio y las comodidades.

Así fue cómo lograron ubicar en el fondo un dormitorio principal con un pasillo lateral donde a continuación se encuentra un pequeño baño y la segunda habitación. Pensaron en un espacio lo suficientemente grande para la cocina comedor y el sector de la conducción, el cual por la noche se convertía en la tercera habitación. Esas tareas les llevaron un año donde aprovecharon al máximo los tiempos de pandemia y cuarentena total.

“Para el remodelamiento contamos con prácticamente todas las herramientas necesarias para la construcción, mucho de materiales y algunos conocimientos y habilidades que nos permitieron realizar esta adecuación a motor home, ahorrándonos toda la mano de obra. Miguel trabajó toda la vida en torno a la construcción y a los servicios de mantenimiento de las casas, Santiago y Valentina estudian arquitectura y Lautaro estudia diseño industrial, lo que fue muy útil para la construcción del Guachito. Para costear el viaje pusimos en alquiler nuestra casa durante el tiempo de verano”, explicó Natalia.

Mientras lo armaban, realizaron varios viajes de fines de semana para probar las comodidades y así luego poder perfeccionar lo que ya habían hecho. Lo hicieron también durante diferentes estaciones del año, para  experimentar las distintas temperaturas y climas. Afirman que todo “Fue todo planeado y previsto”.

La fecha de salida estaba pactada para el 22 de diciembre del 2020 y así fue. Ese día partieron para experimentar 74 días viajando por la Argentina. Como punto de destino fijaron la ciudad de Ushuaia, que para ellos era un sueño llegar a conocer. “Estudiamos el recorrido, escuchamos a muchos viajeros que ya lo habían hecho, entre ellos familiares y amigos. A la ida fuimos por la Costa Atlántica, es decir la Ruta 3 y a la vuelta por la cordillera, la ruta 40. Esto fue como proyecto de ruta original, pero lo cierto es que día a día fuimos decidiendo entre los seis qué caminos o programas hacer, de acuerdo a las ganas del momento”, explicó Natalia el recorrido que hicieron.

El Gauchito Viajero cuenta con todas las comodidades necesarias, desde baño hasta calefacción, cocina y comedor lo cual les permitió ser más autónomos y poder viajar por más horas sin parar y estar los seis completamente cómodos.

En su aventura recorrieron muchísimas ciudades diferentes, donde pasaban varios días haciendo turismo, desde pasar las tardes en las playas (en el primer tramo del viaje), hasta visitar museos, comprar recuerdos o caminar por los glaciares. Disfrutaron mucho de los diferentes paisajes, amaneceres, observaron todo tipo de árboles, frutos, animales y hasta vieron pingüinos. Admiten que en los dos meses y medio de viaje pasaron por todos los climas y temperaturas posibles, lo cual también fue un desafío para la familia viajera. 

Además de viajar y recorrer distintos lugares su objetivo en este viaje era “no dejar huella en el camino”, esto quiere decir que en todo momento fueron respetuosos con el ambiente y a donde iban se llevaron su bolsa para recoger la basura y de paso todo lo que estaba a su alcance que otras personas no se habían llevado, ellos lo levantaron para llevarlo a un cesto. “En todo momento fuimos respetuosos de los lugares a donde fuimos, y quisimos dejar todo del mismo modo en cómo lo encontramos y de paso poder levantar basura de otras personas como una especie de vergüenza ajena”, remarcaron.

Recorrieron casi 11 mil kilómetros desde Funes, pasando por la provincia de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz hasta Tierra del Fuego, los seis a bordo del Gauchito Viajero convivieron y dejaron lo mejor de sí mismos para que la experiencia fuera la mejor para todos. Su objetivo era Ushuaia “El Fin del Mundo” no estaban seguros de sí lo iban a lograr ya que los imprevistos podían frenarlos antes, pero el 21 de enero del 2021 llegaron a destino y pasaron 7 días recorriendo glaciares y disfrutando de la hermosa ciudad Argentina.

“Lo más lindo de esta experiencia fue la aventura en sí misma, el convivir entre los 6, que cada uno ponía todo de sí para pasarla bien, haciendo el itinerario diario, planteando cómo aprovechar el tiempo que teníamos en cada lugar, qué cocinábamos, viendo que el vehículo funcionara bien, si tenía algún inconveniente lo resolvíamos, es decir, en resumen lo más lindo fue la aventura en familia durante todo este viaje. Disfrutarnos, disfrutar el paisaje, y ser feliz en esto de compartir la vida”, explicó Santiago

Aseguraron que el viaje superó ampliamente todas sus expectativas. El vehículo “se portó muy bien” y estuvo a la altura de las circunstancias, los integrantes “aprobaron con 10 la convivencia” y la aventura fue muy positiva y los paisajes y lugares que conocieron “fueron inmejorables”. Los seis integrantes opinaron que es una experiencia y una aventura para recomendar a otras familias.

“Por mi parte fue una experiencia hermosa y me llevo momentos únicos grabados en la mente y en el corazón,  fue una oportunidad muy linda para estar con ellos y vivir eso juntos”, declaró Dianela.

Su experiencia en este viaje fue tan linda, tan alucinante, aprendieron y conocieron tantas cosas y lugares nuevos que la idea del equipo del Guachito Viajero es volver a salir y seguir recorriendo la Mesopotamia, el noroeste y el resto de las provincias y ojalá como un gran sueño “poder recorrer Sudamérica al ritmo del Gauchito, 65 kilómetros por hora”. “El tiempo dirá”, finalizó Natalia.

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