La biblioteca de La Pana

Instalar un espacio bíblico en el interior de una confitería ya suena algo loco. Más raro aún, es el vínculo que el flamante lugar establece con el público. En el marco de la semana de la lectura, conocemos a uno de los nuevos ámbitos culturales de la ciudad de Funes.

El viernes 28 de abril se inauguró lo que se denomina como Biblioteca ambulante, ubicada en barrio La Cardera y más precisamente en el interior de La Panadería. Sin embargo, su particularidad principal no reside en su lugar de instauración, que de por sí resulta una extrañeza. Más bien, se podría distinguir del resto de las bibliotecas por su autogestión: "Acá nadie controla qué hacés con el libro que llevás. En ese sentido, está bueno tomarlo como un experimento social: a ver cómo somos como sociedad" dice Lisa, una de las encargadas en la formación del proyecto.

La Biblioteca se ubica en la planta superior de La Panadería. Allí, los interesados tendrán la posibilidad de optar por el libro que motive sus intereses. Podrán instalarse en el lugar, sin necesidad de consumir, como así también llevarse la obra para leer donde deseen. Es en este último caso donde se encuentra la apuesta de Mariana, la impulsora del desafío: "acá hay un registro optativo: cada persona puede anotar su nombre, teléfono, el ejemplar y fecha en que se lo lleva. Yo confío en el compromiso de la gente, en este ida y vuelta donde se comprometan a devolverlo. Vamos a ver cómo responde la sociedad".

Al estar situada en el primer piso del inmueble, la biblioteca cuenta con un ambiente familiar de tranquilidad y calidez. Aunque la idea no es estancarla allí. De hecho, cuenta con un carrito móvil que trasladará los libros por los diferentes sectores del lugar. Además de buscar aportar un granito de arena a la cultura de Funes, apunta a que no se deje en el olvido la ideología del papel ante el acecho de lo digital, las pantallas y las redes sociales. "Leer te abre la cabeza", es el lema del lugar.

El proyecto se impulsó con el objetivo de brindar un servicio más. En este sentido, se pueden encontrar obras de toda índole: filosofía, ciencias sociales, de interés general, de autoayuda, novelas y más. Llegaron al lugar a través de donaciones y de aportes de las motivadoras del mismo. "Me pareció que estaba bueno movilizar los libros, que es también movilizar las energías. Había muchos que me habían ayudado y estaba bueno que otra gente lo pudiera leer", comentó Mariana.

En el tiempo que lleva de apertura, ha colmado las expectativas de quienes la formaron. El público ha respondido en materia de lectura y devolución. Pero hay algo que la biblioteca busca fomentar y se está logrando en cuentagotas: dar vida a los libros a partir de las donaciones. Mariana brinda detalles de esto: "Esa es la parte que cuesta un poquito más. La gente tiene un gran apego por sus libros".

Ante la buena respuesta de la comunidad, las responsables de la Biblioteca van por más. En un futuro, apuntan a la realización de cursos, talleres de lectura y hasta emisión de películas con un posterior cine-debate. Y se animan a soñar: "la vemos creciendo, como la Biblioteca de Borges por ejemplo, ja", expresó Lisa entre risas.