Jueves, 28 de Marzo 2024
Martes, 17 de Abril del 2018

Ajedrez en el aula: más que un simple juego

<p>“Los chicos aprenden sin darse cuenta a sumar, restar, armar estrategias y organizarse para alcanzar su objetivo”, explica el docente de las escuelas Berni y Antonio Herrera.</p>

Vanesa Fresno - InfoFunes

 

Paciencia, respeto, concentración, disciplina, son solo algunos de los valores que aprenden los chicos cuando juegan ajedrez en el aula. Es que según Maximiliano Grego, profe de ajedrez de La Fiscal y La Berni, “el hecho de que sea un juego hace que los chicos se lo tomen diferente”.

 

Hace ya más de 25 años que se lanzó en la provincia el plan para incorporar el ajedrez en las escuelas. Hoy en día, las escuelas de la ciudad definen un espacio semanal para que los alumnos de 4yo y 5to grado se dediquen de lleno a jugar mientras aprenden valores claves para su desarrollo.

 

“Los chicos aprenden sin darse cuenta a sumar, restar, armar estrategias y organizarse para alcanzar su objetivo”, contó Maximiliano a Infofunes, quien además destacó que jugar ajedrez despierta en los chicos un gran sentido de la responsabilidad. “Acá se juega uno contra uno, no se pueden echar culpas, si uno pierde es responsable y a partir de ese error los chicos aprenden muchísimo y quieren mejorar”, dijo el profe.

 

Maximiliano empezó a dar clases en el 2013 cuando tenía 19 años y empezó a jugar ajedrez a los 8. Hoy encuentra en el juego no solo un medio de vida, sino una herramienta didáctica y pedagógica para acercarse a los más chicos y dejar un mensaje. “El ajedrez es un juego y los chicos lo toman como tal, mientras tanto hacen silencio, se escuchan, saben que deben respetar al que está enfrente, en un juego de ajedrez se genera tolerancia y se refuerza la paciencia, hay que darle lugar al contrincante para que piense bien sus jugadas”, contó Grego.

 

Otro de los fuertes del juego es la planeación y el pensamiento a futuro. “Proponemos mucho el pensamiento abstracto, no se trata solo de mover piezas sino de ver el proceso de pensamiento que hay detrás, hay que hacer movimiento pensando a futuro, calculando y proyectando las consecuencias de cada uno de esos movimientos”, explicó Maximiliano.

 

Además del clima de torneo que se siente en el aula mientras se dicta la clase de ajedrez, clima que luego se traslada al resto de la currícula, algunos chicos deciden seguir aprendiendo e incluso dedicarse deportivamente. “Propongo a los chicos que terminan 5to que sigan jugando, que sigan formándose e incluso llegar a competir”, dijo Maxi, que además da clases durante la semana en La Casa de la Cultura.