Jueves, 28 de Marzo 2024
Lunes, 05 de Marzo del 2018

"La gente de Funes está un paso más adelante que sus intendentes"

<p>Ricardo y Florencia son una pareja de periodistas con gran trayectoria en La Capital. Abrazaron Funes y la eligieron como su hogar hace ya varios años y en una charla con InfoFunes contaron su mirada de la ciudad.</p>

Vanesa Fresno - InfoFunes

 

Florencia O´Keeffe y Ricardo Petunchi son dos de los periodistas más destacados de Rosario y con mayor influencia en los medios de comunicación gráficos. Son también pareja desde hace 19 años. Se conocieron unos años antes trabajando en La Capital, el medio de comunicación más importante de la región, y el “decano de la prensa argentina”, el más antiguo en acompañar a sus lectores durante más de 150 años.

 

A Ricardo Petunchi todos lo conocen como Cady. Nació en Villa Ramallo y vino a Rosario a estudiar Comunicación Social a la UNR. Trabajó en distintos medios y en la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario. Hace 29 años ingresó como cronista a La Capital, donde luego fue redactor en sección Deportes, jefe de Política y más tarde secretario de Redacción, cargo que tiene en la actualidad y desde hace casi 20 años. También pasó por la radio, durante 12 años condujo Zona de Noticia, por FM Meridiano.

 

Florencia O´Keeffe. Ingresó como redactora a La Capital hace 24 años. Trabajó en la sección Economía, también en los suplementos Mujer y en Salud. En el suplemento Más de los domingos, del que es editora desde hace cuatro años, trata temas sociales, de salud, de ciencia y hace hincapié en las historias de vida de gente de Rosario y la región. Fue cronista en el viejo Cablehogar y productora de numerosos programas televisivos, entre ellos el premiado Plan A (actualmente en canal 5). También tiene un micro sobre temas de salud en Radio Meridiano desde hace 12 años y es miembro de la Red Argentina de Periodismo Científico.

 

Desde hace 19 años son compañeros de vida, además de laburo. Comparten sus días junto a Juan y Tomás, sus hijos de 13 años, Eugenia e Ignacio, hijos de Cady, y su pequeña nieta de dos meses, Juanita.

 

InfoFunes dialogó con la pareja que contó cómo es el día a día de un matrimonio que vive, por su oficio, inmerso en la realidad rosarina, pero que eligió Funes como realidad hogareña seis años atrás.


¿Se conocieron trabajando en LC?  

Nos conocimos en La Capital. Trabajábamos en la redacción, pero solo por un tiempo corto coincidimos en la misma mega sección (Política, que incluía a Economía por aquellos años). Después de compartir algunos meses en el mismo ámbito nos conocimos un poco más a fondo, y empezamos a salir. Estuvimos cuatro años de novios hasta que decidimos vivir juntos. Hace 19 años que compartimos la vida.

 

¿Cómo se concilia la vida compartiendo tanto el ámbito doméstico como el laboral?

Ricardo: No es difícil en general. Aunque por momentos los temas del diario se instalan en casa, pero insisto: no me parece complicado. Lo que hacemos es respetar las opiniones de cada uno que, sobre el trabajo, muchas veces son diferentes. No tenemos, desde ya, la misma posición en todo. Pero básicamente escuchamos al otro y tomamos lo que nos parece que nos sirve. 

 

Flor: Me resulta bastante natural. Quizá porque nos conocimos laburando y como nos apasiona lo que hacemos inevitablemente el trabajo es parte de nuestra vida, puertas afuera y puertas adentro. A veces me enojo, claro, porque no comparto ciertas decisiones, o a él le parece que estoy equivocada, o no le gusta lo que pienso. Puede haber alguna tensión, pero en todos estos años jamás tuvimos una pelea fuerte por el trabajo. Los dos somos bastante críticos, pero nos bancamos. 

 

¿Se cuela La Capital en las conversaciones y en la vida cotidiana?

Ambos: desde ya, nos levantamos con el diario, nos acostamos muchas veces pensando en lo que hicimos en el día.

Flor: Cady suele estar al cierre de la edición, entonces viene a la noche con los temas en la cabeza, con la información caliente. Me gusta que me cuente la tapa de mañana. Qué dificultades hubo, qué pasó tanto a nivel periodístico como a nivel de lo que sintió, cómo vivió la jornada. Y a su vez yo le cuento mucho sobre las notas que estoy escribiendo para el suple del domingo o para Ciudad (donde a veces hago algunas notas), también está al tanto de los temas en los que estamos trabajando en el Más, pero porque me gusta compartirlo, no porque me lo pida. Además, cuando estoy muy entusiasmada con algo no puedo parar. Él es más cauto, muchos más sereno y prudente...de verdad nos escuchamos mucho, creo que aprendemos el uno del otro. Y nuestros hijos, por qué negarlo, también se meten en ocasiones en las charlas sobre lo laboral. Opinan sobre política, sobre temas de la ciudad, y hasta nos corrigen títulos o dicen si una tapa les gustó más o les gustó menos. 

 

¿Cuánto hace que se instalaron en Funes? ¿Por qué?

Ricardo: Estamos en Funes hace seis años más o menos. Siempre quise vivir en un lugar más chico que Rosario y siempre me gustó mucho Funes. Este lugar tiene más que ver con donde me crié, en Villa Ramallo, Buenos Aires. Me gusta la vida de pueblo. Una ciudad grande, como Rosario, ya me hacía sufrir. Hacer las cosas cotidianas en una ciudad así, llevar a los chicos a la escuela, el tránsito. Necesitaba en lo personal un cambio. Y de algún modo lo dejaba en claro: quería vivir más en contacto con el verde, con el silencio, con la paz. Pero nunca presioné, me parece...

 

Flor: Siempre fui muy urbana. Me crié entre bulevares en Rosario, casi siempre me tocó vivir en departamento. El cafecito con los amigos, la peatonal, el río cerca...adoro las ciudades en general así que no estaba tan en mis planes la idea de Funes. Cuando nacieron Juan y Tomás eso fue cambiando de a poco. Veníamos a ver casas todo el tiempo, como una especie de paseo de fin de semana; alquilábamos en verano, lo hicimos muchos años, pero para mí era transitorio. No me imaginaba instalada acá. Es la verdad...pero bueno, Rosario se puso intensa. La inseguridad, y como dice Cady, el agobio del día a día y los apurones hicieron que tuviera ganas de cambiar. Fue un proyecto familiar, empezó siendo un sueño, y fue creciendo cada vez más. Un verano, hace seis años, vinimos a alquilar una casa por dos meses, y en ese lapso, en el medio de una conversación nos dijimos: ¿Si nos quedamos a vivir acá? Y nos mandamos. En marzo los chicos estaban comenzando las clases en Funes. 

 

¿Cómo la ven?, ¿cómo la viven?

Ricardo: A Funes la disfruto plenamente. Es una combinación de tranquilidad y actividades comerciales que está buena. La naturaleza me tira mucho también. Veo que los funenses tienen empuje. Acá encontré mucha cordialidad, me encanta ir a hacer las compras, charlar con el carnicero, con el verdulero, ir a las panaderías. Hay una amabilidad que se está perdiendo de a poco en Rosario. Acá persiste. Le tengo fe a Funes.

Flor: Voy y vengo cada día, de Funes a Rosario, de Rosario a Funes. Llegar es un bálsamo. Amo bajarme del colectivo y caminar las dos cuadras que me separan de casa... porque ya en el trayecto, en el viaje (que casi siempre hago en bondi, algunas veces en auto) comienzo una especie de tránsito a algo que está muy bueno. Adoro llegar a casa. Y veo que mis hijos aman Funes a la que ya sienten plenamente su ciudad. Eso me estimula, me alegra el corazón. A mí me cuesta un poco adaptarme todavía... Viví 41 años en Rosario y también extraño un poco, sobre todo la vida social, porque en Funes estoy mucho en casa. El fin de semana no me sacan por nada. A veces me cuesta hasta salir a tomar algo, salvo que me inviten un helado de una heladería funense que es la mejor del mundo. (guiña a los entendidos en el mundo local del helado artesanal).

Tener un perro es otra cosa linda que me dio Funes, porque en Rosario era muy complicado para nosotros. ¡Y las plantas!, empecé a "entenderlas" más y a ocuparme, cosas que me va regalando esta ciudad. Ah, el silencio también. Allá en Rosario ya ni me acordaba lo que era...

 

¿Cuáles son las cosas que consideran "puntos fuertes y puntos débiles" en la ciudad? 

Ricardo: Tengo la sensación de que la sociedad funense está un paso más adelante que sus intendentes. Los vecinos tienen más iniciativa que quienes ejercen los cargos ejecutivos. Y las dos mayores falencias, para mí: una, que es inexplicable que la ciudad tenga semejante niveles de atraso con el tema cloacas. Fue un compromiso de Barreto, pero no se nota el avance en ese sentido. Hay localidades con menores recursos que Funes que tienen un servicio más desarrollado, mucho más.  Y la otra, no veo un compromiso de las autoridades por tratar de retener, por ejemplo, a los alumnos de las escuelas secundarias que se van a Rosario, a Roldán, a San Jerónimo a estudiar. No entiendo cómo no hacen más esfuerzos para que la mayor cantidad de chicos funenses se queden a cursar sus estudios acá. Si bien esto último depende de la provincia, no parece que haya una decisión política tomada al respecto, una gestión que reclame que por lo menos haya otra escuela secundaria pública en Funes. Deberían estar golpeando las puertas del Ministerio de Educación todos los años, todo el tiempo. 

 

Flor: Coincido con lo que él plantea. Veo un enorme descontento por parte de mucha gente (sobre todo lo leo en las redes sociales o lo escucho en la calle) sobre la actual gestión de gobierno y cosas que se arrastran de la anterior. Tal vez la mayor falencia es que no notamos una gestión municipal súper activa y emprendedora, como me gustaría. Ansío más para Funes. Quiero que crezca sin perder su esencia. Y sé que es posible. Hay muchos habitantes dispuestos a verla brillar. El gobierno debería tomar ese impulso. Funes está en condiciones de dar un salto para que mejore la calidad de vida de los suyos, de su gente. Esas acciones deberían verse lo más pronto posible. 

Y algo respecto del compromiso de los pobladores. Noto una solidaridad, un deseo de movilización por los derechos cada vez más grande. El año pasado, por ejemplo, cuando se quitaron las pensiones a personas con discapacidad la plaza se colmó de funenses. Fue inolvidable en una ciudad donde no hay un ejercicio habitual de moverse por reclamos justos. Algo se está gestando, y es bueno. Es sano y muy necesario. Hace falta más y más, lo sé, pero tengo una fe enorme en los funenses. 

Ricardo agrega: Una muestra de que Funes tiene un gran potencial en muchas áreas son las inversiones que se están haciendo. Los grupos más fuertes de la salud en Rosario, por ejemplo, están apostando a esta ciudad. Tenemos todo para crecer, y hay que tener en cuenta que muchos rosarinos van a seguir eligiéndola para construir su futuro aquí. Y debería estar preparada para eso. Pero ante todo, dar respuestas a los que ya vivimos acá.