Bolicheros de luto: Adiós a lo que quedaba de El Quinto Pirata

La modernidad arrasa con todo. Puede llevarle más o menos tiempo, pero su paso es implacable y se lleva los recuerdos que todavía persisten y nos llevan, como en un viaje, a aquellos viejos buenos tiempos. Al final, solo queda la memoria.

Esta vez le tocó a un recordado boliche ubicado justo en el límite entre Funes y Rosario, sobre la Ruta 9: Rojo 7000, Reencontré  o el Quinto Pirata. Ya había sido desmantelado hace unos meses pero ahora las topadoras hicieron lo suyo y arrasaron con lo que quedaba, preparando el camino para una nueva (y grande, por lo que se ve) construcción. La modernidad lo hizo de nuevo.

En los 70', en ese lugar, abrió Rojo 7000. El nombre nacía de un tacómetro que decoraba el frente, con la aguja marcando las 7000 vueltas, ya en rojo. Ya en los 80', el tacómetro dio lugar a una publicidad de whisky y Rojo 7000 se transformó en El Quinto Pirata, un boliche para parejas muy convocante sábado a sábado, que estuvo casi una década en esplendor.

A fines de siglo, fue Reencontré, apuntando a un público de mayor edad, quién disfrutó de la locación. Los 2000 trajeron aparejados una merma en la actividad y en pocos años el lugar cerró. Cerca del 2009 hubo un amague de reapertura, pero quedó en eso. El destino estaba marcado.