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Sábado, 29 de Abril del 2017

¿Qué representa el trabajo en la vida de los funenses?

<p>Nuevo aniversario del Día Internacional del Trabajo e InfoFunes visitó a un grupo de trabajadores, de distintos oficios, orgulloso de su tarea diaria.</p>

El 1 de mayo de 1886, la policía de la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, reprimió una manifestación de trabajadores frente a la fábrica McCormik. Los trabajadores reclamaban que la empresa no respetaba la ley Ingersoll, que establecía una jornada laboral de ocho horas. La policía respondió con disparos, causando seis muertos. Así nacieron los Mártires de Chicago y, algunos años después, el Día Internacional del Trabajo.

 

Pasó más de un siglo de este suceso. La lucha de los trabajadores logró numerosas conquistas en ese lapso, transformando a los trabajadores en sujetos respetados dentro de la sociedad. Sin embargo, en muchas partes del mundo existen todavía condiciones laborales humillantes o conquistas que se pierden por la fuerza de los poderosos. “Lunáticos poco patriotas” era el insulto para los Mártires de Chicago, casi calcado a lo que se escucha en la actualidad.

 

Sin embargo, la cultura del trabajo y la idea de que dignifica se extendió. Trabajar es un orgullo, y si se hace con pasión, mejor todavía. Si se encuentra una vocación, trabajar es disfrutar. El trabajador, gracias a las luchas de los últimos siglos, es respetado y se enorgullece de serlo. Por eso, salimos a buscar a trabajadores de la ciudad para que nos cuenten: ¿Qué representa el trabajo en su vida?

 

Evelyn, Analía y Graciela, comerciantes

“Es tratar de producir algo en la vida. Es levantarse temprano, tratar de hacer lo que corresponde y si te reditúa, mejor”, dicen las tres comerciantes y amigas. Para ellas, “trabajando uno se valora a sí mismo. “Crecés como persona”.

 

Eduardo, ciruja

“Me pongo nervioso cuando no puedo salir a trabajar. Uno está acostumbrado a laburar”, dice Tito, conocido personaje de la ciudad. “Al principio me daba vergüenza, porque yo estaba arriba, pero cuando me caí tenía que darle de comer a mis hijos. Y ahora, gracias a ustedes, yo vivo”, comenta, agradecido.

 

Lucas y Hernán, bomberos voluntarios

Los compañeros bomberos coinciden en que lo suyo no es trabajo, es vocación. “No lo tomamos como un trabajo. Es una vocación, lo hacemos con gusto, y más se ve en el voluntariado”, comenta Hernán. “Es una vocación de servicio, es una pasión, y por eso es inexplicable”, agrega Lucas.

 

Marcelo, cocinero

“Mi trabajo es todo”, sintetiza Marcelo, as del arte culinario. “Lo llevo en el alma. Lo heredé de mi mamá. Cuando nos juntamos con mis amigos cocino yo, me gusta cocinarles, voy contento” ¿Lo económico? A segundo plano: ”Iría a cocinar sin cobrar, me gusta que la gente coma lo que hice y lo disfrute. Es el mejor sueldo de un cocinero”.

 

Daniel, agente de la COE

Vocación. Así define Daniel, al igual que tantos otros, su trabajo como agente de la COE. “Vengo de trabajar 25 años en Presidencia de la Nación haciendo esto. Para mi es todo, lo llevo en la sangre, voy a jubilarme haciendo esto. Es dar servicio, toda mi vida lo hice, lo hago para colaborar con la comunidad de Funes y me encanta lo que hago. Nace de uno”.

 

Julio, peluquero

34 años atendiendo las cabezas funenses, para Julio su profesión “comenzó como un medio de vida. Después se hizo una pasión y me gustó, y si te gusta le ponés todas las ganas”. Realmente, es un apasionado de las tijeras: “hoy va más allá de lo económico, no dejaría de hacer esto porque hago realmente lo que me gusta y muy poca gente lo logra. Se que no me voy a hacer millonario pero soy feliz”.

 

Sebastián, médico

Sebastián es uno de los que vela por la salud de Funes desde el centro de salud Houssay: “Es duro porque laburamos muchas horas, pero te retribuye la gente, es hermoso ayudar a alguien”, comenta. “Hay gratificación, la gente agradece mucho el trato que recibe. Son años de estudio, es un esfuerzo, es un sacrificio, pero vale la pena”.