De dispensario comunal a centro de salud: El Houssay cumple 50 años

Hasta la década del cincuenta, en Funes la atención de la salud de sus pobladores era brindada por los hospitales de la ciudad de Rosario o por la atención privada de los médicos que se instalaban en el pueblo. Las cirugías menores, curaciones o aplicación de inyectables se realizaban en una salita de primeros auxilios en la sede comunal. Personal de enfermería se encontraba en horas de la mañana y cerca del mediodía el médico del pueblo, el doctor Abel Faust, atendía a diario.

Don Humberto Angelomé, presidente de la Comuna, pudo llevar adelante en 1958 la campaña contra la poliomelitis, enfermedad que mataba y paralizaba a miles de personas en la primera mitad del siglo XX, especialmente agresiva entre los años 40 y 50. Se colocó la vacuna antipoliomielítica desarrollada por el doctor Jonas Salk, hijo de rusos inmigrantes en EEUU, anunciada como segura, potente y eficaz en 1955.
 

Unos años después, en 1957, fue sustituida por la del doctor Albert Sabin, estadounidense, que se administraba en forma oral, no inyectable como la primera, y la segunda campaña de inmunización contra la “polio“ (1960) fue llevada adelante por la Comuna de Funes; en esta oportunidad la administración de la vacuna fue compartida con la escuela Fiscal Nª 125.
Dada esta participación del estado en la salud pública, la dirigencia de esa época se enfocó en la necesidad de tener un espacio adecuado para la atención gratuita de la población y así se enfatizó el propósito de construir un dispensario comunal.

Los pobladores de Funes comenzaron a construir el sueño, que fue sostenido por la voluntad de colaborar y el empuje de la comisión de vecinos, convocados y asesorados por el presidente reelecto de la comuna, don Angelomé. El Municipio destinó la parcela ubicada en la esquina de Sarmiento y San Carlos (hoy Angelomé) para construir el centro de salud y entregó a la comisión pro-dispensario cinco mil pesos para comenzar.
 

El ingeniero Antonio Azurmendi dirigió el proyecto que constó de una sala de espera, dos consultorios, aseos sanitarios y el garaje. El dinero recibido solo alcanzó para el trazado de los cimientos y la colocación de la piedra fundamental. Grandes fiestas populares, como las famosas cuadreras que se daban en la estancia de don Félix Rosetti que gentilmente cedía su propiedad, las picadas de automóviles que se corrían por la calle Pedro A. Rios desde General López hacia Roldán, rifas y donaciones, hicieron posible que el sueño se convirtiera en realidad.
 

Poco antes de habilitarlo, habían fallecido la colaboradora de gran fortaleza, doña Concepción Azurmendi de Grassle, y don Humberto Angelomé, pilar fundamental del anhelo de todo un pueblo. A modo de homenaje, los dos consultorios recibieron sus nombres. El 17 de diciembre de 1967 se produjo la tan esperada inauguración del dispensario comunal de Funes, que fue bautizado Dr. Bernardo Houssay en honor al Premio Nobel de Medicina de 1947.

El cuerpo médico lo formaron Abel Faust en calidad de director y como colaboradores el doctor Miguel Juri, el odontólogo Miguel Hoffer, la obstetra Beatriz Forte y el enfermero Aníbal Quinteros. El cargo de presidente comunal lo ocupaba don Domingo Cusciano.
 

Al año siguiente, tras fallecer el apreciado vecino don Juan Carlos Lozano Castillo, su familia donó lo equivalente a la construcción de la sala de internación totalmente instalada a la que se designó con su nombre. En 1980 se renovó la solidaridad de los vecinos y de las comisiones benéficas y se consiguió edificar la planta superior del edificio.

¡Este año se celebra el 50 aniversario de un sueño logrado!

*Mentora del grupo de Facebook “Funes y la conservación del patrimonio”