Viernes, 27 de Septiembre 2024
Miércoles, 01 de Marzo del 2017

“Hay equipos de música, luces, se venden bebidas y se cobra entradas"

<p>Vecinos denuncian que en zona oeste se utiliza desde hace dos meses una casa para fiestas clandestinas. "Nadie duerme en dos cuadras a la redonda", cuentan.</p>

Vecinos de calle San José y El Pampero denuncian que desde hace dos meses, todos los fines de semana se realizan fiestas privadas clandestinas en la casa que se encuentra en esa esquina. Solicitan a la Municipalidad que intervenga.

Juan Angel Burruchaga, vecino de la zona, manifestó que aún con decenas de denuncias realizadas a la COE y a la Policía, estas fiestas en las que se cobra entrada y vende bebidas continúan realizándose “prácticamente todos los fines de semana”. Y destacó que este último fin de semana largo hubo episodios de violencia hacia algunos vecinos que se acercaron a pedir que bajen la música.

“El 25 de febrero una vecina se acercó y quiso explicarles que no podían dormir y que por favor bajaran la música, a lo cual le contestaron muy mal e incluso le quisieron sacar el celular y le dejaron un moretón en el brazo”, denunció y agregó que la misma mujer luego sufrió una descompensación cardíaca por la que tuvo que ser internada.

Los vecinos solicitan a la Municipalidad que intervenga en este tipo de episodios que se repiten es distintas zonas de la ciudad: “Esta situación no se va a dar solo en esta zona, si alguien se molesta en consultar en internet existen decenas de ofrecimientos de quintas para fiestas por día”.

También recaman que sean efectivos los reclamos, “la COE ya vino infinidad de veces, cuando llegan bajan la música y después de un rato vuelven a subirla”. El vecino agregó que para que la policía actúe debe existir una denuncia policial y que esta alternativa los deja “expuestos” como denunciantes.

Tenemos en Funes un salón de eventos habilitado que todos desconocemos. Desde hace dos meses prácticamente  todos los fines de semana en la esquina de San José y El Pampero hay fiestas.

“Hay equipos de música, luces, se venden bebidas y se cobra entradas. Por supuesto nadie duerme en dos cuadras a la redonda. En general terminan todos alcoholizados y a los gritos”, cerró Burruchaga.