Viernes, 27 de Septiembre 2024
Jueves, 19 de Enero del 2017

Cadena de Favores: la solidaridad llega lejos

<p>Decenas de pedidos de ayuda son enlazados en una cadena de favores solidaria a cargo de una vecina de Funes.</p>

Florencia Troncelletti es una joven mamá de la ciudad, tiene un lavadero de autos muy conocido por ofrecer su espacio cuando se organizan colectas solidarias. Lo que empezó meses atrás como una ayuda para una familia en problemas se convirtió, “boca en boca”, en una aceitada cadena de favores que crece y crece.

La intención de la Cadena de Favores es que cada uno de los que reciban ayudan puedan luego ofrecer otro favor a cambio. “Un hombre que recibió ayuda en su momento aportó su chata para trasladar las cosas de otra colecta”, contó a modo de ejemplo Florencia. Todos los conocimientos son bienvenidos a la hora de “canjear” un favor solidario. Flor recibe donaciones todo el tiempo, algunas cosas necesitan ser reparadas y muchos ofrecen sus saberes en distintos oficios a modo de aporte.

La semana pasada Florencia publicó en “Funes, mi ciudad” un pedido de ayuda para una familia de Funes que necesitaba construir una habitación más para que los 8 habitantes de la pequeña casa puedan vivir un poco más cómodos. Pidió ayuda con materiales y con mano de obra. La respuesta fue inmediata, pero esta vez traspasó los límites de la ciudad: una vecina de Roldán contactó a Florencia contándole que necesitaba ayuda para conseguir dos ventiladores para sus hijos, y que ofrecía materiales de construcción para la obra de la casita de Funes.

Florencia se encargó una vez más de conectar la cadena, en menos de una hora ya había conseguido los ventiladores para Juliana en Roldán y los materiales para Silvia en Funes. La solidaridad no deja de sorprender, la respuesta de los vecinos es siempre positiva y muchas familias salen adelante gracias a ello.

Ya conocida por ofrecer su ayuda, Florencia se encarga de repartir ropa, juguetes y golosinas los días domingos. En su lavadero de calle Irigoyen y Santa Fe la gente sabe que puede acercar donaciones. “Necesitamos un espacio un poco más grande para poder dejar las cosas hasta que sean repartidas, ya nos está quedando chico el cuartito del lavadero”, contó. La cadena, día a día más aceitada, no deja de crecer. Es sólo cuestión de tiempo y ganas para articular toda la solidaridad que nos caracteriza. “Que no se corte”, pidió y agradeció Florencia.