¿Qué hacer con la basura?

Dos temas centrales atraviesan la problemática de los residuos en la ciudad. Recolección y disposición. Además de las quejas de los vecinos por la falta de recolección y la poca cantidad de contenedores, hay un detrás de escena que uno suele olvidar a la hora de tirar la bolsita en el lugar que encuentre: ¿cuál es su destino final?

Funes destina la totalidad de los residuos, los domiciliarios y los verdes, al relleno privado de la localidad vecina de Pérez, que mantiene su propio conflicto con la empresa a cargo de Séptima Región, el “basural” de la zona.

Ricardo Rey, coordinador de Servicios Públicos del Municipio funense, indicó: “Se recolectan mensualmente un aproximado de 1200 toneladas de residuos domiciliarios y un promedio de 700 toneladas mensuales de residuos verdes, sin embargo estas cifras llegan a duplicarse en temporada estival, fines de semana y feriados”.

¿Qué hacer con las toneladas de basura que produce la ciudad? ¿Es la basura solo un desperdicio? Entender la disposición de residuos como una oportunidad es la propuesta de la agrupación Huella Ecológica para la ciudad. Esta mirada coincide además con la que propone el Ente de Coordinación Metropolitana (ECOM) para los residuos de la región, ahora bien: ¿cuáles son los diagnósticos locales y las posibilidades de acción de nuestro Municipio?

Por un lado, Funes se ve en la necesidad de tomar protagonismo en la gestión de sus propios residuos, y por otro, la ciudad se ve inserta en la región, que proyecta a su vez un nuevo destino compartido en la gestión de residuos sólidos urbanos.

Funes entonces dispone de un sistema de recolección de residuos a cargo de su Municipio, pero depende de otros a la hora de destinarlos. Pensar los residuos como estrategia de oportunidades es el desafío de quienes gobiernan, trabajando en conjunto con la ciudadanía y con los actores sociales que la integran.

En diálogo con InfoFunes, la arquitecta Mirta Levín, a cargo de la dirección del ECOM, pasó en limpio los proyectos a nivel metropolitano para el tratamiento de residuos: “Lo que estamos haciendo desde el ECOM es construir el primer Centro de Gestión Integral de residuos sólidos urbanos”. Serán tres los centros, al sur, al oeste y en el norte. El centro sur inaugurará su funcionamiento el próximo año y se están definiendo cuáles van a ser las localidades que lo integren, de acuerdo a las necesidades de cada municipio.

Si la ciudad de Pérez, que actualmente recibe los residuos de los funenses, integrara el Consorcio del Centro SUR, Funes se vería en la necesidad de reformular su disposición de residuos sólidos urbanos. Levín confirmó que a futuro se programa hacer un segundo centro para el cordón oeste, pero mientras tanto “los municipios tienen que manifestar su interés de participar de este consorcio sur, es un tema que se podría llegar a prever”.

El Centro Integral de tratamiento de residuos no requiere la separación de origen a nivel municipal, ya que el funcionamiento prevé que “la basura ingresa, se separa identificando lo reciclable de lo no reciclable, y el material orgánico pasa a una planta de compostaje”, explicó la directora del ECOM.

Ante el panorama que en breve reformularía la disposición de los residuos de Funes, las organizaciones locales vinculadas al medio ambiente toman la iniciativa de la coyuntura y proponen generar iniciativas que permitan que nuestros propios residuos se conviertan también en oportunidades locales para generar una cultura medio ambiental que nos posicione como una ciudad en sintonía con el espacio que nos rodea.

Mario Parodi es un referente local impulsor de distintas ONGs que trabajan en áreas culturales vinculadas a la ciudadanía. Desde Huella Ecológica trabajan la gestión de residuos sólidos urbanos, entendiéndolos como oportunidades a tomar desde distintos aspectos. “Desde Huella Ecológica tomamos varios índices de medición de impactos, de lo que le ocasionamos a nuestro lugar, a nuestro medio ambiente”.

Así como la cultura vial genera un impacto, la gestión de residuos genera otro. En este sentido, Parodi explica: “No se trata solamente de minimizar el impacto de residuos sino de encontrar oportunidades”.

Estas dos premisas (impactos y oportunidades) son las que guían las actividades que Huella Ecológica lleva adelante, charlas sobre cultura ambiental a cargo de especialistas, diálogos con distintos referentes sociales y propuestas acercadas al Ejecutivo fueron alguna de las propuestas de este espacio. “Hay que apostar a la convergencia sana de los integrantes de la comunidad, involucrando a las áreas de gobierno actual y los otros partidos políticos, escuelas, clubes y fuerzas vivas”.

El diagnóstico que Huella Ecológica realiza sobre la gestión de residuos sólidos urbanos es coincidente en algún punto con el que realiza el mismo Ejecutivo: son toneladas mensuales de “basura” que se duplican en los meses de verano. Ahora bien, el compromiso por transformar un desecho en oportunidad es el desafío. En este sentido Parodi dio su apreciación sobre las políticas públicas actuales: “No hay gestión. Se desprecia todo lo relacionado a nuestro medio ambiente que es Funes y nuestro ambiente que es la región”.

“Los datos duros demuestran lo ineficientes que estamos siendo, porque cuando vos tenés un potencial tan grande de oportunidades y no solamente no las aprovechas sino que las desprecias, es como esconder la basura bajo la alfombra”, expresó Parodi.

La propuesta de Huella Ecológica es involucrar a la sociedad civil en su conjunto, a sus instituciones, junto con actores privados y el Estado como grandes articuladores: “Crear cultura ambiental”. La participación ciudadana es indispensable, generando juntos a clubes y escuelas las prácticas cotidianas de separación de residuos en origen.

Mario puso como ejemplo la jornada de colecta de envases plásticos en la escuela Berni: las familias llevaron botellas a un espacio que se destinó para juntarlas y la cooperadora luego las vendió a una empresa que las recicla. Al finalizar la jornada todos ganaron.

“Si los actores privados como por ejemplo los grandes comercios se involucraran en una campaña ofreciendo un depósito de botellas plásticas y de vidrio, los clubes y escuelas podrían beneficiarse, junto con los ciudadanos. Pero para esto el Estado debe articular promoviendo estas campañas, hay que articular lo público y lo privado”.

Según Parodi, la fórmula es clara: activar lo institucional (ONGs, clubes, escuelas) con lo privado y por último lograr que el Estado articule. A su vez, destacó y mencionó a quienes a su entender son los posibles grandes agentes de cambio, actores políticos relevantes que impulsan este tipo de cambios culturales. En este punto mencionó al ex edil Mauro Miguez, como un referente político involucrado en los temas medio ambientales, y al desarrollador Juan Félix Rossetti, a quien considera un gran emprendedor.

Mientras no se articulen este tipo de políticas, Huella Ecológica propone trabajar fuertemente con  los residuos orgánicos. Dos objetos son centrales para el tratamiento de residuos orgánicos domiciliarios y los verdes: la compostera y la chipeadora.

Si cada vecinal pudiese obtener una máquina que trate los residuos verdes el beneficio sería notable, pero es un objeto caro. No es el caso de la compostera, que fácilmente puede realizar cada familia en su casa, o bien instalar composteras comunitarias como la que en Funes lleva adelante la arquitecta Natalia Ricci, profesional que impulsa siempre desde su trabajo prácticas sustentables y amigables con el medio ambiente.

La disyuntiva del qué hacer con el destino de nuestros residuos vuelve a ser tema central en el año que comienza. Seguir considerando (o no) basura a la basura es la pregunta que en definitiva deberán hacerse en breve los funcionarios. Se sabe que ante cada problemática aparecen oportunidades. Entenderlas como tal será el desafío.