Viernes, 27 de Septiembre 2024
Jueves, 22 de Diciembre del 2016

Héroe: maratonista funense se quebró, recuperó y llegó a la meta

<p>Se trata de Alberto Peña, un funense de 65 años que encaró una carrera de montaña junto a su hijo, se fracturó su muñeca faltando cinco kilómetros, pero se repuso y logró completar la maratón. </p>

Las carreras de montaña suelen ser muy duras, algunas reservadas solo para valientes. En Funes hay uno, y vaya qué valiente. Alberto Peña, un médico funense de 65 años, quién encaró este desafío en su versión de 30 km junto a su hijo Juan, tuvo un accidente que casi lo deja fuera de carrera pero no logró impedir que Alberto llegue a la meta, redondeando una proeza.

“Eran 30 km de montaña. Una carrera técnica, sendero pastosos, cerrados. Subimos dos picos”, contó Juan, su hijo. “En el km 25, en un sendero de descenso muy técnico, trastabilla con una piedra y se cae. Cae en bajada, apoya la mano y se quiebra. Como es médico se dio cuenta al toque, encima ya vio una deformación en la muñeca, pero no sintió dolor y siguió”, agregó.

En la web de la Columbia Xtreme Race, desarrollada en la localidad de Huerta Grande, se la describe como “carrera pedestre de aventura, por caminos de tierra, ripio, arroyos, senderos de montaña con bajadas muy técnicas, subidas empinadas y senderos agrestes. El corredor transitará mayoritariamente por tramos fuera de rutas, donde deberá sortear todo tipo de obstáculos naturales como cañadones, sectores con piedras y terreno desparejo”. Suena difícil, casi una proeza completar cualquiera de las versiones de 15, 30 o 60 km que ofrece este desafío. 

¿Cuáles fueron las curaciones que improvisó en el momento Alberto? “Un corredor de atrás le preguntó si estaba bien, él le contestó que sí, pero que se había quebrado. Entonces le ofreció una venda de compresión, se puso eso y siguió. A los 500mts se encuentra con un puesto de bomberos que lo ve y se lo quiere llevar al hospital, pero él no quiso”. Heroico.

Cuando Alberto encaró la línea de llegada, lo estaba esperando su hijo, quien había llegado una hora antes pero lo acompañó los últimos 500 metros. “Hicimos los últimos 500mts juntos, contándome lo que le había pasado. Llegó, estiró, descansó, se hidrató y nos fuimos para un hospital que conozco. Ahí le hicieron una placa, le acomodaron el hueso y lo enyesaron”. El diagnóstico fue fractura de cubito y radio cerca de la muñeca. “Era apoyar las manos o caer con la cabeza”, explicó el hijo.

Sin embargo, Alberto a su edad es inquieto como un chico. “Él no tuvo problemas, a los tres días volvió a trotar, no al ritmo de siempre pero sigue saliendo a trotar con yeso. Está en la cabeza, creo yo, es una cosa mental”, cerró su hijo.