El Concejo, lejos y escondido

Llega fin de año y es tiempo de balances. Pensar qué se hizo, cómo se hizo y qué se hará, podrían ser algunos de los interrogantes, sobre todo para quienes tienen responsabilidades públicas. Para este análisis, si se pretende rigurosidad, se necesitan datos. Los concejales de la ciudad, ¿pueden hacer este ejercicio? Además, ¿cuentan con información detallada de sus adversarios? De no ser así sería un error de su parte, ya que tenerla sistematizada le permitiría dilucidar estrategias y posicionamientos de cara al 2017. Igualmente aquí no radica el problema mayor.

El inconveniente es la ausencia total de información online disponible a la comunidad: si los funenses quisieran evaluar el desempeño de los ediles a lo largo del año les resultaría imposible. La información es inexistente, y la responsabilidad recae fundamentalmente en el Presidente del Concejo, Carlos Olmedo, quien renovó su cargo hace pocas semanas.

Al cotejar la legislatura funense con las legislaturas de las ciudades del Gran Rosario, la mayoría no posee cuentas de Facebook, están atadas a la web oficial del municipio –a excepción del Concejo de Villa Gobernador Gálvez que cuenta con web propia y Facebook-, y algunas brindan pocos detalles -como es el caso de Granadero Baigorria o Pérez-. Sin embargo, el único que no ofrece ningún dato es el Concejo Deliberante de Funes: la web del municipio direcciona a una supuesta web del Concejo que está caída desde principio de año.

En la era de las comunicaciones, el Concejo Deliberante de Funes no posee ni siquiera un blog de noticias que se construye y se mantiene sin costos.

Sin información pública básica sobre quiénes lo integran, a qué partido pertenecen y cuánto duran los mandatos, los vecinos están a años luz de saber, por ejemplo, cuántas sesiones hubo en el año, cantidad de ordenanzas impulsadas y aprobadas, o ediles que más proyectos presentaron. El nivel de información pública que omite el parlamento, el volumen y profundidad de la discusión política del año, y si se quiere, el mobiliario y el edificio en general, conforman una simbiosis perfecta con el estado global de la ciudad.

Carlos Olmedo, concejal del PRO, renovó la presidencia hace pocas semanas y durante todo este año no logró construir un canal que le permita a la ciudadanía conocer el desempeño de sus legisladores ni tampoco acercar la institución a la comunidad -a excepción de los Parlamentos Juveniles, propuesta de la edila Anita Martelli-. Es decir, no hay información pública abierta y clasificada, y no se fomenta la participación civil.

Por otra parte, en la última sesión del año se aprobaron una veintena de ordenanzas pero la más importante para el ejecutivo se pasó para el año próximo: el presupuesto municipal. Sorprendente falencia de los concejales PRO para impulsar el debate, lo que reconfirma la interna política local.

Olmedo, como Presidente del Parlamento e integrante del mismo partido que el Intendente, sino contribuye políticamente con el Ejecutivo, y tampoco brinda herramientas para que los ciudadanos conozcan mejor a sus representantes y se vinculen a la institución, ¿cuál es su rol y qué méritos hizo para renovar la presidencia? En una nota reciente afirmó que “hay por lo menos diez presentaciones de proyectos todos los días” y que “necesitamos un plan estratégico para una ciudad que va a seguir creciendo”. Brindar información pública de fácil acceso sobre lo que ingresa al Concejo, y materializar el plan urbano en algo más que dos palabras son responsabilidades que deberían tener al Presidente del Concejo como protagonista activo y no como mero espectador.