Domingo, 22 de Diciembre 2024
Miércoles, 21 de Diciembre del 2016

Una aventura que ya lleva diez años

<p>Funes Rugby cumplió una década de vida y sigue en etapa de expansión. Un trayecto que emergió desde una nube de sueños y se materializó en un club social y deportivo que hoy cobija a unas 300 personas para celebrarlo. </p>

El 16 de diciembre de 2006 fue el día bisagra, el punto de inflexión, el que marcó definitivamente un antes y un después. Esa tarde se jugó un partido amistoso entre el local y debutante Funes Rugby Club y un combinado del “Sagrado Corazón” en el Estadio Municipal General San Martín. El triunfo deportivo de los anfitriones quedó en un segundo plano. Poner en marcha lo que hasta ese momento había sido un manojo de ambiciones, de proyectos y de sueños y cristalizarlo en una realidad concreta fue el resultado más celebrado y el verdadero éxito de la jornada. 
Por estos días se conmemoran los diez de años de aquella aventura y el club lo festeja con una gran fiesta. Competir regularmente en una de las asociaciones de rugby más prestigiosas del país como la URR, tener participación en tres categorías infantiles, dos juveniles, Reserva, Primera y Senior, además de haber incorporado otra disciplina como el hockey sobre césped, no puede ser fruto de la casualidad. A lo largo de estos años el trabajo de un grupo de gente comprometida con el proyecto, movida por la pasión del deporte y del rugby principalmente, ha sido el verdadero motor de esta actualidad que llega con celebraciones.

Si hay que buscar una génesis de Funes Rugby Club habría que remontarse hasta el año 2004. Más precisamente cuando se inició una convocatoria a chicos y adolescentes para participar en la primera escuelita de rugby de Funes. La propuesta fue teniendo paulatinamente una gran receptividad y, un par de meses después, los chicos que se acercaban al ex predio San Patricio de Villa Elvira para tomar contacto con la ovalada se contaban de a decenas. Fue decisivo en aquel momento el aporte inspirador de algunos ex jugadores de Los Pumas como Pedro Baraldi, Pablo Bouza, José Orengo, quienes se acercaron desinteresadamente, generando un mayor contagio de los chicos y encauzando los deseos de conformar un club de y para la ciudad.

En los meses posteriores se fue fortaleciendo la idea de que un grupo de amigos apasionados por el deporte que se juntaban a jugar a la “tocata” confluya finalmente en un club y, no solo eso, que llegue a competir en la liga rosarina. A lo largo de 2006 se fue delineando este horizonte, con el trabajo decisivo de Guillermo Berasategui, que finalmente desembocó con el partido inaugural de mediados de diciembre mencionado. La temporada siguiente fue la del debut para el equipo negro y verde.

Rápidamente los objetivos se elevarían. Tendrían que pasar solo dos años para que Funes Rugby consiga su primer éxito resonante al quedarse con la Copa de Bronce Nivel III de la URR. Para entonces el club ya se había consolidado con una Primera División estable y nutrida, con muchos chicos formando parte de los planteles de divisiones inferiores, con dirigentes y entrenadores armonizando en un objetivo común. Pero además, el club se volvía un lugar de recepción para toda la comunidad, desde los viejos funenses hasta los más nuevos, los del casco histórico y los de los incipientes barrios privados, inclusive de las ciudades vecinas como Roldán, logrando dar contención social a toda la comunidad.

En la nueva década continuaron los éxitos. En 2013 Funes Rugby obtuvo la Copa de Oro. Pero quizás otro más importante no tenga que ver con buenos resultados deportivos únicamente sino con la incorporación de una nueva disciplina: el hockey sobre césped. Como sucedía con el rugby años antes, la demanda de un grupo de personas ligadas a este deporte las hizo coincidir y encontró respuesta en la dirigencia del club, que apostó a engrosar el proyecto. Desde 2015, ayudado por la gestión de gobierno municipal anterior que colaboró en el armado de la cancha en el Polideportivo Arturo Illia, Funes Rugby se afilió a la Asociación de Hockey del Litoral, buscando espejar el camino que trazó el verdinegro en el deporte de las “H” y la pelota ovalada.

Actualmente, el club presidido por Hernán Migliore sigue en etapa de expansión. Pero arribar a un número redondo y tan significativo invita a detenerse y mirar hacia atrás un momento, y poder dimensionar un trayecto que emergió desde una nube de sueños y que se materializó en un club social y deportivo que hoy cobija (entre chicos, jugadores, técnicos y directivos) a unas 300 personas para celebrarlo, sin perder de vista un futuro de desafíos, dificultades y consolidación.