Un espacio para desarmar patrones y romper mandatos

La Escuela Viva, así eligieron llamarle un grupo de padres emprendedores al proyecto de enseñanza que forjaron para sus hijos donde lo que prima es la libertad, la aceptación y el desarrollo del ser.

“El proyecto surge a partir de la inquietud que teníamos un grupo de adultos en torno a la educación.  Nos empezamos a reunir semanalmente en nuestras casas, interrogándonos sobre qué tipo de educación queríamos para nuestras familias, nos hicimos preguntas profundas y nos trabajamos para soltar lo aprendido, desarmar patrones, romper mandatos y desde lo más despojado que pudimos, fuimos creándonos. Creamos un espacio coherente con la manera de pensar y sentir la vida” explicaron en diálogo con InfoFunes Leila y Milbia, acompañantes de los niños por la mañana y co-creadoras del proyecto.

Poco parece encuadrarse el lugar en la imagen de una escuela convencional, con libros, docentes y bancos. En la Escuela Viva no hay alumnos ni docentes, no hay bancos ni hileras que respetar, todo parece fluir en un ir y venir de aprendizaje que emana de adentro hacia fuera y no al revés. “Queremos que los niños encuentren en el espacio que les preparamos los adultos, la seguridad, la libertad, se sientan respetados, aceptados y amados. Procuramos que esté lo necesario para que exploren, descubran, aprendan, creen, construyan, enseñen, vivan lo que tengan que vivir. Es un espacio libre de juicios y etiquetas, sin clases, materias, notas, retos, castigos, comparaciones, filas, aulas. Acá cada ser puede transitar su desarrollo integral, verdaderamente integral, no sólo reducido a los conocimientos teóricos”, contaron las participantes.

Es que según sostienen las acompañantes, es tal el quiebre que se genera que hasta a veces los alumnos son los adultos y los niños toman el rol de docentes. “Nos animamos en nuestro espacio a resignificar las palabras; algunas ya no usarlas o rescatar otras, si bien algunos de nosotros usamos la palabra escuela (otros la llaman jardín, la escuelita, o el espacio de niños) no funciona como la estructura de la escuela a la que asistimos y conocemos. Mi rol o misión es procurar que los niños permanezcan conectados con su maestro interior, su yo superior…como cada uno quiera llamarlo, esa voz fuerte y certeza que como brújula nos va guiando”, explayó Milbia.

La Escuela Viva que funciona en Funes hace dos años cuenta con un lugar propio de recreación donde los niños, oriundos junto con sus padres de Funes o Roldán, pueden desarrollar diversas actividades. “Esta escuela aún no está dentro de la educación formal, pero si es complementaria o reemplaza la escuela conveniconal eso depende de lo que cada familia decida, lo primordial es ir acompañando el deseo de cada madre y padre, que como autoridad va tomando decisiones por sus hijos, y a la vez creando lo que sea necesario para ir dando las puntadas que los deseos van tejiendo”, contaron Milbia y Leila.

“El espacio para niños está disponible de lunes a viernes de 10 a 13. Cada familia va regulando sus tiempos, no hay ronda de saludo ni se cierra la puerta. Cada niño va haciendo lo que siente. No hay actividades dirigidas, mas si algún adulto, madre o padre va con ganas de hacer algo, por ejemplo cocinar, va y si algún niño desea puede sumarse a ese hacer, mas no son invitados ni obligados, es decir el juego, las actividades y el aprendizaje es libre. Cada día es diferente”, narraron.

Para participar del proyecto nos hay requisitos necesarios, solamente las ganas de crear, hacer y ser junto a otros. “Es un espacio privado y de autogestión. Las familias son las encargadas de la limpieza del espacio y de la compra de las frutas (de a dos familias por semana), del pago del canon locativo de la casa, de la retribución a los acompañantes, y de activar colectivamente para generar recursos más allá de la cuota mensual, por ejemplo, ya realizamos tres fiestas vivas, esta semana se hicieron tres días de jornadas por las vacaciones de invierno”, explicaron e invitaron a los interesados a contactarse con el Facebook Escuela Viva Funes o al mail escuelavivafunes@gmail.com

“Sentimos que los niños son también nuestros maestros, nos recuerdan lo que es estar conectada a nuestra verdadera esencia: el amor, la luz, bondad, generosidad, abundancia, poder, desapego. Disfrutar mirándolos en su pureza, para así aprender a disfrutar más simplemente la vida”, reconocieron las mujeres y mostraron poco ímpetu en hablar sobre el futuro, “nuestro mejor plan es vivir el presente”.