Miércoles, 25 de Septiembre 2024
Jueves, 10 de Marzo del 2016

A “mochila y dedo” por Latinoamérica para un proyecto audiovisual

<p>El realizador funense Iván Maschio partió a una aventura que le llevará todo un año: Recorrer casi sin dinero desde Uruguay hasta Colombia. </p>

Sumak Kawsay significa “buen vivir” en la lengua aymará. Menudo nombre eligieron estos tres aventureros para un ambicioso proyecto audiovisual y digital en el que se embarcaron hace un mes y medio, y que los llevará de viaje por toda Latinoamérica a lo largo de un año. Hablamos de Joaquín Rosso, Bruno Penesi e Iván Maschio. Iván es el funense del trío, y quien, a través de Facebook, le contó a InfoFunes desde Florianópolis de qué se trata esta aventura.

 

Los tres amigos partieron a mediados de enero a un periplo tan incierto como atractivo. La idea, preguntarle a los latinoamericanos acerca del significado que tiene para cada uno de ellos la existencia. Nada fácil de responder, pero para estos tres aventureros, es el hilo conector de diferentes culturas, posiciones sociales y profesiones.

 

En el inicio del viaje ya recorrieron Colonia, Montevideo, Balizas, Rocha, Punta del Diablo y Cabo Polonio en Uruguay, y Río Grande Do Sul, Pelotas, Porto Alegre y Florianópolis, en Brasil. Allí ya pudieron entrevistar a periodistas, estudiantes, escritores, pintores, y hasta a una canciller de los pueblos originarios charrúas, en Uruguay, y a un pai umbanda, en Brasil.  “La idea es que respondan personas muy diferentes, referentes culturales pero también de todo tipo de clases sociales, desde el periodista hasta el pescador que vive de lo suyo”, resumió Iván.

 

El Sumak Kawsay se enriquecerá con lo que falta del periplo: Las próximas paradas son Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. “Esto recién empieza, tenemos como para un año”, apuntó Maschio.

 

Los tres jóvenes viajan “a dedo y a mochila”, y cuando pueden, en colectivo. “Estamos sin plata, pero la idea del proyecto es que nada venga de arriba, que salga así”. Para juntar algunos pesos, venden rosquitas en la calle. Y apelan a la solidaridad de quienes los alojan en sus casas a través del sistema de couchsurfing (una red de intercambio de hospitalidad para viajeros, donde los “couch” ofrecen su vivienda para alojar a viajeros de todo el mundo). Ese sistema es también el que rige el periplo de los tres viajeros. “Vamos viendo en qué lugares hay casas donde alojarnos y así elegimos dónde ir”, explicó Iván.

 

Llevan consigo tan sólo una cámara go pro y una filmadora, y una computadora para editar. Las entrevistas surgen “de caraduras”. “Vamos a centros culturales, a radios o a canales de televisión y vamos haciendo los contactos”, indicó Maschio.

 

Quien alguna vez persiguió un sueño, bien sabe que no se logra sin esfuerzo. Estos tres amigos disfrutan del recorrido sin la ansiedad de llegar a la meta. Al fin y al cabo, una vez que el proyecto haya concluido, sólo será una anécdota más en sus mochilas cargadas de kilómetros e historias de vida.