Otra vez la autopista Rosario-Córdoba, otra vez un funense asaltado

Otra vez la autopista Rosario-Córdoba, otra vez un funense asaltado. Esta vez le tocó a Diego, quien fue abordado en la noche del lunes pasado por cuatro malvivientes con un modus operandi repetido: algún objeto contundente en el asfalto para que, aprovechando la poca luz y el incesante tránsito, el conductor lo choque y se vea obligado a detenerse en la banquina

“No sé con qué choqué la cubierta delantera izquierda después del Arroyo Ludueña”, comentó Diego. “No vi, no se veía nada, había muchos autos, poca distancia entre auto y auto, era de noche. Quise seguir, pero se me paró la rueda y me tiré a la banquina, donde justo había dos autos más que les había pasado lo mismo, habían roto paragolpe, cubierta, caño de escape. En eso aparecen cuatro personas, de 20 a 25 años, dos con armas de fuego, calibre 22, armas chicas”, agregó, para pasar a lo peor.

Los delincuentes se mostraron bastante violentos: “Nos apuntaron y empezaron ´dennos todo, dennos todo´, les dimos todo, yo lo miro a uno, me dice ´ ¿qué me mirás? ´, me gatilla al cuerpo y no sale el tiro. No nos golpearon, pero nos insultaban. Uno se metió adentro de los autos y sacó todo lo que había adentro. Al dueño del otro auto le robaron las zapatillas, le pegaron una patada en la rodilla y, cuando se dan vuelta, les tiran un tiro a los pies, pero no le pegaron”. De terror.

“Se escaparon para el lado de colectora, donde los esperaba un auto o una camioneta chica, color blanco, y salieron por colectora hacia Rosario, por Wilde”, detalló Zárate. ¿El botín? “Dinero, billetera, papeles, estaba llevando a mi cuñado a que tome el transfer a Ezeiza, se iba de viaje, por suerte no robaron ni el equipaje ni el pasaporte. Se llevaron los celulares, se hicieron un lindo negocio”, enumeró la víctima.

La policía acudió rápidamente: “El auto de más adelante, cuando vio que aparecían los ladrones, se fue corriendo y arrancó, y calculo que fue el que dio aviso al 911, que llegó a los 5 minutos, pero ya se habían ido los ladrones. Nos preguntaron si estábamos bien, si nos habían disparado, porque dicen que están tirando tiros continuamente ahí, que ya han herido gente. Yo soy médico, sé que la bala calibre 22 cuando entra te hace un desastre. Hay un patrullero pero parado, a dos kilómetros, si ponen un patrullero que haga desde el puente de Wilde hasta el Ludueña, evitás todo esto”, comentó Diego.

Por último, la víctima reveló un dato esclarecedor: “Pude localizar el celular con la computadora, lo bloqueé y el localizador me marcaba que estaba a 500 metros de donde termina el puente de Wilde, ahora está más para el lado de Circunvalación y 27 de Febrero. El celular está bloqueado pero localizado”, cerró.