Miércoles, 25 de Septiembre 2024
Jueves, 28 de Mayo del 2015

“Yo siempre tuve vocación por el conocimiento”

<p>Lidia Bonaglia es abogada. Tiene 80 años y desde hace 10 vive en Funes. Al día de hoy, no detiene su ambición por capacitarse y adquirir nuevas herramientas en el Derecho. </p>

Hace poco más de 10 años que Lidia Bonaglia ha venido a vivir a esta ciudad. Es abogada, y lleva más de 40 años en esa profesión.  Nació en un pueblo llamado Villa Ángela, provincia de Chaco, donde formó familia y trabajó durante un tiempo. Comenzó a involucrarse en el ámbito de la justicia casi por casualidad, y poco más tarde se formó en la Universidad y hasta el día de hoy no ha parado. 

Ocurrió que, cuando ya tenía más de 30 años, casada y con hijos, descubrió qué era lo que quería hacer para el resto de su vida. La vocación por el Derecho se despertó cuando ya era adulta, cuenta la mujer, por influencia de un juez para quien trabajaba como empleada. Con él fue aprendiendo sobre el tema, y finalmente, poco tiempo después se mudó a la ciudad de San Lorenzo.  “Estando tan cerca de Rosario, aproveché la oportunidad e inicié mis estudios en la Facultad de Derecho, en la Universidad Nacional de Rosario”, relata Lidia y agrega: “Empecé la facultad a una edad madura, no por los años, sino en el sentido de saber qué era lo que quería”. 

Ingresó a dicha institución en 1970, y cinco años después obtuvo su título de grado. “Me esforzaba mucho porque quería terminar”, cuenta Lidia, quien para ese entonces ya se había mudado a la ciudad de Rosario con sus hijos. Mientras tomaba las clases, también trabajó como empleada en Tribunales de la ciudad vecina.  Luego de terminar sus estudios, pudo volver a su Chaco natal junto con los suyos a ejercer la abogacía: “Fue allí también donde transité toda mi carrera judicial”, relata la abogada. 

Lidia afirma que en Derecho encontró todo lo que necesitaba para su realización personal: “No era algo que yo estaba  buscando, pero lo encontré”. Una vez que halló su verdadera vocación, dice, ésta ocupó gran parte de su vida: “El derecho te permite introducirte en todo un ámbito, en el que te formás en diversos temas culturalmente, al igual que los viajes que uno realiza para conocer”, sostiene. Y es ésta una vocación tan pura que dura hasta hoy en día: “Entiendo a la Justicia desde una perspectiva distinta a la de la gente, y lo que se opina hoy en día. Para mí, la Justicia es un valor absoluto, al que una persona no puede llegar nunca, pero sí aproximarse todo lo posible”. 

Ya con 80 años cumplidos, Lidia sigue  capacitándose a través de diversos cursos de posgrado que ofrece la facultad de Derecho. “Yo siempre tuve vocación por el conocimiento, así como también por la lectura” y lo reafirma: “Mi actitud siempre fue así: si tenía alguna duda o un interés, me ponía a investigar y a estudiar.” 

Actualmente, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario se está dictando un curso acerca de la nueva reforma al código penal, pero Lidia Bonaglia no logró inscribirse a tiempo ya que los cupos se cubrieron muy rápidamente: “Fui al segundo día que abrió la convocatoria y ya no había más lugar”. “Hay cambios muy interesantes -nos dice- y hay que estudiarlos. Se ve que somos muchos con esta idea.” Sin embargo, esto no la hace resignarse, sino que estará atenta a la próxima oferta académica que se le presente: “Me habían comentado que posiblemente se abra otra comisión, pero si no, haré otro curso más pequeño para poder estudiar la reforma”. Es que los cursos de posgrado la mantienen cerca de la institución universitaria, de los profesores, e incluso de sus colegas, además de que la obligan a realizar una lectura profunda y organizada. 

“Me reprocho a veces algunas actitudes, como no hacer mucho uso de la tecnología; muchas personas de mi edad les gusta pasar horas en Facebook, pero yo más de una hora no puedo estar”, dice en relación a sus actividades diarias. En cambio, con los libros es otra historia: “Si es interesante, puedo pasar toda la noche leyendo sin ningún problema”. “Los abogados somos del papel. Si vemos algo interesante en la web, lo tenemos que imprimir para leerlo y tenerlo”, afirma riendo.

Actualmente participa de una revista jurídica que se publica de manera online, de la cual reconoce que le posibilita acceder a mucho material, como por ejemplo la reforma del código penal: “Mandan pequeños artículos, pero de a poco la vas estudiando”.  Su afán por seguir creciendo intelectualmente es admirable. La abogada repite convencida que lo que logra una persona haciendo lo que a uno realmente le gusta “es algo impagable y, sobre todo, te forma dignamente”. 


Con una trayectoria muy activa, Lidia Bonaglia es una ciudadana  ejemplar para muchos profesionales y futuros abogados, demostrando que nunca hay que dejar de capacitarse.