El regreso de Der Klein

Cruzamos el umbral de la puerta y unos acordes nos llegan deliciosos. Al cabo de unos segundos, la melodía se hace inconfundible: es Live and let die, escrita por sir Paul y su mujer Linda McCartney e interpretada por artistas de la talla de Guns´n Roses o Stan Keaton. Esta vez, no hay que irse muy lejos para conocer a sus intérpretes: son los integrantes de Der Klein, la banda de rock funense más emblemática de mediados de los noventa que se volvió a reunir para volver a pisar algunos escenarios.

“Con este reencuentro buscamos plata y éxito”, bromea Gustavo Fontana, guitarrista de la banda. “No, mentira, El fin de esto es reencontrarnos y cagarnos de risa, vamos a tocar en algunos bares hasta que nos cansemos o nos quieran matar nuestras mujeres”, dice mientras desarma su equipo luego del ensayo.

El ambiente de la sala de ensayo es festivo. El Enano González hace honor a la máxima que reza que todos los bateristas son especiales: no para de hacer chistes ni siquiera tomando agua. Mientras, los chicos nos cuentan su historia. “Yo vivía al lado de Chipi Fontana, mi primo, el otro violero, y queríamos armar una banda”, relata el Tunga Fontana. “Hablando con un amigo le pregunté por un batero y me llevó hasta la casa de este fenómeno, del  Enano. Nos hicimos amigos, desde esa época. Nos faltaba el bajista. Tuvimos idas y venidas con eso. Hasta que mis viejos le tiraron la onda a unos amigos de ellos que tenían un hijo bajista, nos gustó su manera de tocar y lo trajimos”.

Con una memoria prodigiosa, el Enano continúa el relato: “El 20 de junio de 1997 tocamos por primera vez en Ola Ola Pub, un quincho enfrente de la vieja Shell, donde llevaban bandas. Nos fue bastante mal porque cayó la cana y nos secuestró los instrumentos. Éramos jóvenes y felices, no teníamos mujeres. Ahora tocamos en un centro de jubilados”, cuenta irónico.

“Tuvimos cinco años de furor, donde tocamos en todos lados”, describe el Tunga. “Todos los lugares de rock under de Rosario los conocemos, y los de toda la zona también. Teníamos un grupito que nos seguía a todos lados, tuvimos la suerte de que la gente nos acompañara, quizás porque, junto con Vudú de Roldán, éramos las únicas bandas de la zona”, rememora.

Pero la separación llegó a medida que pasaron los años. “Nos separamos porque estar juntos mucho tiempo tiene sus desgastes, además cuando nos fuimos casando, cada uno con su familia, se fue diluyendo. Pero las ganas de hacer música estuvieron siempre. La gente que te conoce te quema un poco la cabeza. "Che, ¿no tocan nunca más?" y uno se va haciendo la cabeza. Y bueno, volví a hablar con ellos y me dijeron que sí”, expresa el Tunga Fontana.

Aunque este reencuentro no viene con la formación inicial. “Manolo, nuestro primer bajista, no pudo engancharse. Lo encontramos al Nene Maidana, que tocaba en el Ajuste, otra banda de ese momento y empezamos a darle forma a todo esto. Empezamos a ensayar y Claudio Pozzobón nos presentó a Candela López Huertas, que es nuestra nueva adquisición y va a cantar con nosotros en este recital”

Recital que será la noche del 28 de marzo, donde Der Klein tocará varios covers nacionales e internacionales. Claudio Pozzobón, el productor, nos cuenta un poco más: “Será en el Centro de Jubilados, con la entrada a treinta pesos. Los chicos tocarán unos veinte temas, cinco de ellos cantados por Candela, y seguramente haya alguna sorpresa”. Mientras, los gritos y los chistes siguen, demostrando la alegría y el buen humor de la banda: “¡Lleven frutas y verduras para tirarles a los músicos!”