Martes, 07 de Mayo 2024
Miércoles, 18 de Febrero del 2015

Una aventura sobre ruedas en el sur de Chile

<p>El funense Gustavo Baccifava, jefe de Obstetricia del Hospital Sáenz Peña de Rosario, recorrió en bicicleta la Carretera Austral, en la Patagonia chilena, pedaleando más de 1500 kilómetros en 39 días. </p>

“Se pedalea con alma y voluntad”, dice Gustavo Baccifava. Y hay que creerle a este obstetra de 52 años, que vive en Funes desde hace 18, y que acaba de regresar de una travesía en bicicleta por la Carretera Austral, en la Patagonia chilena. Durante 39 días recorrió a puro pedaleo 1520 kilómetros por caminos montañosos, soportando lluvias y temperaturas que, con suerte, superaban los 10 grados.

Gustavo es jefe del servicio de Obstetricia del Hospital Roque Sáenz Peña, de la vecina ciudad de Rosario. Es reconocido por su fuerte militancia a favor del parto respetado y por su abierta crítica al auge de las cesáreas, a las que en más de una oportunidad consideró una “epidemia”. Encontró en la bicicleta su cable a tierra. “Yo no soy un ciclista de competencia, siempre lo hice como un hobby, y como una actividad física y para desenchufarme”, reconoció en dialogo con éste medio. Pero fue hace “15 o 20 años” cuando le picó el bichito de viajar en dos ruedas: De viaje por el Noroeste argentino, le llamó la atención la presencia de unos ciclistas europeos que venían recorriendo el país con el equipaje a cuestas. 

“Investigué el tema y me puse en marcha, y es algo fascinante”, contó. Su primer viaje fue a las sierras de Córdoba, para empezar “de a poco”. Luego recorrió Tucumán, Salta, la famosa Ruta 40 por la zona de la Quebrada de Humahuaca, la Patagonia argentina, los Siete Lagos, el Parque Nacional Los Alerces, entre otros destinos. Y ya más canchero, se llevó su bici hasta Francia, recorriendo el Camino de Santiago Francés, que une al país de los vinos con España, pasando por lugares como Pamplona y León.

Aventura Austral
Hace pocos días, Gustavo volvió de su tercera aventura por el sur chileno, un lugar que, reconoció, le gusta “mucho”. La Carretera Austral, su travesía, es un recorrido de aproximadamente 1300 kilómetros que une Puerto Montt con el Valle O’Higgins. “Es una ruta muy elegida por el cicloturista”, aseguró. Nuestro aventurero partió desde El Chaltén, en la provincia de Santa Cruz, cruzó hacia Chile y recorrió la Carretera en dirección Sur-Norte, para regresar nuevamente a la Argentina y terminar en San Carlos de Bariloche. Todo el recorrido le demandó 39 días.  El paisaje, juró Gustavo, “desafía toda descripción, aún la fotográfica”. “Es fantástico, bosques vírgenes, glaciares, fiordos, lagos espectaculares”, enumeró.

Gustavo emprendió su aventura solo (a mitad de camino se le sumó un amigo), pero siempre pedaleó con compañía. “Uno nunca está solo”, remarcó. En el camino se encontró con ciclistas de diferentes partes del mundo. Como una pareja de alemanes que viajaba con sus dos pequeños hijos a los que arrastraban en carritos. O una pareja entre un brasilero y una cordobesa, que llevaban en un carrito a su pequeño perro al que, al subir una cuesta, le gritaban “¡abajo!”, y el peludo amigo obedecía y correteaba cuesta arriba a la par de las bicicletas para alivianar el peso de sus dueños.

El factor humano, justamente, es una de los aspectos del viaje que Gustavo más resaltó.  “Me encontré con gente muy aislada, solidaria y hospitalaria”, dijo. “La bicicleta despierta mucha curiosidad, admiración y solidaridad, genera confianza, le entra a la gente de otra manera. Uno para a la vera del camino y el lugareño enseguida te abre las puertas de su casa, te ofrece pan casero, mermeladas, historias del lugar”, narró.

Organización
“Como dice el dicho, <<la aventura puede ser muy loca pero el aventurero tiene que ser muy cuerdo>>, tenés que tener logística, calcular los alimentos según las distancias, tener provisiones para varios días”, apuntó Baccifava. El equipaje, dijo, es “el mismo que el de cualquier persona que se va de camping, una carpa con los elementos para cocinar, los alimentos más típicos como fideos, arroz, polenta”.  

Pedaleaba unos 50 kilómetros por día. “Los días allá son muy largos, amanece a las 6 y oscurece a las 22:30, el tiempo sobra, uno pedalea tranquilo, podés parar y charlar con quien te encuentres, disfrutar el paisaje”, apuntó. El camino es de montaña y “mucha lluvia”, con temperaturas de entre 5 y 6 grados. “Pero yo no lo sufría”, aseguró.

Sueños
Gustavo admitió que hay “muchísimos viajes” que le gustaría hacer. Pero destacó uno en especial, aquel que sueña realizar, quizás, “para cuando me jubile”: “Me interesa Asia, la zona de Vietnam, Laos y Camboya. Son lugares tranquilos, baratos y bastante seguros”, cerró.