Miércoles, 08 de Mayo 2024
Sábado, 14 de Febrero del 2015

La llama del amor

<p>Sabrina conoció a Mario cuando él dio una charla en su escuela y el flechazo fue inmediato. Después de varios años, se reencontraron en el Cuartel de Bomberos Voluntarios. Hoy comparten su vida y la pasión por ayudar en una urgencia.</p>

Foto: Vanesa Fresno-InfoFunes

Cuando Mario Piedrabuena, un bombero de nuestra ciudad, fue a dar una charla a la escuela 398, no se imaginaba que ahí conocería a quien hoy es su novia y, además, su compañera en el cuartel. “Le pregunté si tenía novia adelante de toda la escuela y el tipo estaba inmutable, no me quiso contestar”, cuenta Sabrina Romero entre risas. Esta es la historia de dos bomberos que encendieron la llama del amor.

 -¿Cómo se conocieron?
Sabrina:
Nos conocimos en una charla del colegio. Él fue a dar una charla con otros compañeros a las 398, donde yo iba, y yo estaba sentada en la primera fila. Ellos se mataron explicándonos, y yo, desubicada, levanté la mano y le pregunté si tenía novia, pero me dijo que de su vida privada no hablaba. Los otros chicos estaban rojos, y él inmutable. Dos veces le pregunté y ni así. Habían ido otros bomberos y yo nada. Pero vino él y dije "con ese me caso". Luego siguió cada uno por su lado y nos reencontramos en el cuartel
 -¿Y cómo fue ese reencuentro?
S
: A mí siempre me gustó Bomberos, pero mi papá nunca me dio la aprobación, y acá tenés que entrar con la firma de alguno de tus padres. Cuando cumplí 18 no necesité la firma, y me vine de cabeza. Entré y él estaba de subjefe, me lo presentaron, le dije que lo conocía y él me dijo que no se acordaba de mí
Mario: Nosotros dimos tantas charlas en tantas escuelas que uno lo hace en automático, llega un punto en el que no te acordás de todas las personas. Salvo que sea algún personaje que llame la atención, pero normalmente uno no se acuerda de todas las personas que asistieron a la charla, porque son muchos chicos.
 -¿Tardaron en ponerse de novios?
M:
Yo estaba en pareja, me separé, y ella empezó a estar ahí, rondando como los buitres. Y yo le decía: "No, no, pará, recién me separé, dejame descansar, dejame vivir un poco la vida"
S: Yo era un picaseso, le estaba siempre atrás. Cuando estuvo en pareja, yo me mantuve como la amiga, no hice nada. Luego se separó, pero yo estaba embarazada y de novia. Al final, cuando quedamos los dos separados, yo me puse insoportable con él. Llegó un momento en el que yo me cansé de buscarlo y le dije "bueno, ya fue, hacé tu vida". Él me mandó un mensaje al otro día que decía "bueno, está bien, me decidí, pongámonos de novios". Y cayó al otro día, me subo al auto y tenía una rosa.
 -¿Qué reacción tuvieron las familias y los compañeros del cuartel?
S:
No se sorprendieron, se lo veían venir. Mi mamá me dijo “decime algo que no sepa”, y mi papá se reía porque “¡me vienen a decir esto y encima este caradura hace un montón que viene saliendo con vos!".
M: Y mi mamá nos dijo: “Ay, ¿me tengo que hacer la sorprendida?”
S: En el cuartel ya lo sabían, lo tomaron natural. Lo tomaron como un "bueno, por fin". Por suerte, lo tomaron bien.

La charla deriva en el oficio que los dos practican. Mario es bombero desde hace 14 años, y Sabrina, desde hace 7.

 -¿Cómo manejan el hecho de tener los dos un oficio tan riesgoso?
M:
Yo me llevo bastante bien con eso, se hasta dónde se va arriesgar ella. Es la ventaja que tenemos de ser bombero, uno se conoce con el otro y sabe hasta dónde va a llegar. Ella me conoce y sabe que yo no me voy a tirar de cabeza en un incendio, sino que lo voy a evaluar de afuera y, si me convence, me meto. Es la diferencia de tener una pareja de afuera, que está todo el tiempo "cuidate, ojo con esto, ojo con lo otro", no conocen la profesión, no saben hasta dónde puede llegar uno, si se va a mandar de cabeza, si va a estar en el medio de la explosión. Como conocemos el tema, estamos más tranquilos. No te digo que estamos totalmente relajados, pero estamos más tranquilos
S: A mí sí me da miedo, soy más miedosa, "tené cuidado" siempre. Puede ser un incendio tonto pero se te va de las manos y perdés el control. Ese miedo está, el miedo latente de que te pase algo, algún imprevisto,. Esas cosas pasan, hay que ser realistas. Yo sé cómo es él, es prudente, sé hasta dónde va a llegar. Sé que si entra, sale. Y sé que si entra con alguien, sale con ese alguien. El tema es que acá te convocan por radio y no te dicen qué pasa, te enterás recién en el cuartel, y vos venís hasta el cuartel de manera urgente, porque pensás cualquier cosa.
 -¿Cómo es la experiencia de trabajar juntos, de salir juntos a alguna urgencia?
S:
Salimos juntos un montón de veces. Una vez salimos tres mujeres y él, a un monte cercano que se prendía fuego. Había una pequeña zanja, profunda, pero pequeña. Yo soy cortita, me cuesta saltarlas. Saltamos primeros las tres mujeres, yo salté justito. Él me tira la lanza, para tirar agua, y dice "ahí voy yo, ustedes no saben saltar, así no se salta". Saltó y se quedó en la mitad de la zanja. Tanto que nos dijo, y se cayó en el medio.
M: Me quedé con los pedazos de tierra en la mano.
S: Los pastos se quemaban y nosotros nos moríamos de risa