Domingo, 05 de Mayo 2024
Martes, 23 de Diciembre del 2014

Una despedida de corazón

<p>Cuatro empleados municipales, Haydeé , Juana , Esteban y Graciela se jubilaron tras varias décadas de servicio. Y sus ex compañeros decidieron homenajearlos con una inolvidable fiesta. </p>

Cuatro empleados municipales que se jubilaron luego de alrededor de treinta años de servicio fueron homenajeados por sus propios compañeros con una fiesta inolvidable que se realizó en el Club Florida. Haydeé Nardi, Juana Echaniz, Esteban Rodríguez y Graciela González fueron los agasajados por sus (ahora) ex compañeros.


Entre lágrimas, sonrisas y recuerdos, cada uno de los homenajeados recibió una medalla a modo de agradecimiento de todos sus pares y, los que pudieron lidiar con la emoción, dijeron algunas palabras a los setenta asistentes a la cena, todos empleados de la Municipalidad. Luego de este emotivo momento, la noche siguió con algunas anécdotas y, ya llegando a la madrugada, las luces se apagaron y el baile dominó la escena. Una hermosa noche para despedir a grandes empleados y mejores compañeros.


“Me sentí muy bien, me dio emoción ver que mis compañeros me reconozcan, que nos hayan homenajeado, se ocuparon de todo, nos hicieron un hermoso regalo. Muy lindo, muy emotivo todo”. Así describió sus sentimientos Graciela González, a la que todos conocen como “la Gallega”, quien trabajó en la Municipalidad por 34 años. “Yo tengo muy buenos recuerdos de la Muni, fui muy feliz trabajando ahí. Me gustaba mi trabajo, lo quería. Me levantaba todas las mañanas feliz para ir a trabajar. A mí me encantaba, yo era feliz ahí adentro”, contó.


Otro que intentó ilustrar sus sensaciones fue Esteban Rodríguez. “Fue emocionante porque son muy buenos compañeros todos, uno cosecha lo que siembra”, dijo quien prestó sus servicios durante 28 años. “Eso sí, uno los extraña. Compartimos prácticamente media vida juntos, nunca tuve problemas con ningunos, todos fueron muy buenos conmigo”.


Ambos coincidieron en el buen trato de las autoridades que se sucedieron a través de los años en el Municipio: “Nunca tuve problemas con autoridades porque nunca me metí en política y siempre cumplí con el trabajo. A mí me pagaban para trabajar, entonces yo les decía a los compañeros cuando estábamos en la calle <<Muchachos, no se queden parados porque no pase la intendenta o el capataz. El patrón nuestro es el vecino que paga los impuestos y nos paga a nosotros>>”, recordó Esteban. Por su parte, Graciela aseguró: “Pasé por muchas autoridades, siempre me respetaron muchísimo y me trataron muy bien, no tengo quejas de ninguno”.


Graciela admitió que tuvo que aceptar a regañadientes el hecho de jubilarse. “Primero no me quería jubilar, porque creía que no iba a servir más para nada. Pero después lo tuve que aceptar. Pensé que me iba a aburrir, que iba a estar en mi casa sin hacer nada, yo trabajo desde los 17. Son muchos años de trabajo, tengo 67, es un montón. Pensé que me iba a sentir mal, pero luego surgió que pusimos un negocio familiar y ahora trabajo más que antes. Así que no estoy extrañando”.