Lunes, 06 de Mayo 2024
Lunes, 23 de Diciembre del 2013

Tres miradas de tres décadas de democracia

Al cumplirse 30 años de la restauración democrática en la Argentina, InfoFunes consultó a los tres intendentes vivos que pasaron por la ciudad: Juan Miguez, Juvenal Rímini y Mónica Tomei. Cómo llega la ciudad al aniversario democrático, qué deudas tiene la democracia y cuál fue el hito de estos años.

El 10 de diciembre Argentina cumplió 30 años de democracia ininterrumpida, todo un hito para un país que vivió años de zozobra y sobresaltos institucionales, de interrupciones al orden por dictaduras militares que dejaron profundas huellas de dolor.

Para celebrar tres décadas de democracia en el país y la ciudad, InfoFunes consultó a los tres intendentes vivos de la era democrática: Juan Miguez (intendente entre 1995-2003), Juvenal Rimini (entre 2003 y 2011) y Mónica Tomei (actualmente en el cargo).

IF: ¿Cómo cree que llega Funes a estas tres décadas de democracia?
Juan Miguez: Se ha logrado afianzar la democracia. Yo estoy vinculado desde el año 1983, hemos vivido momentos muy difíciles como los saqueos de semana santa y el intento de golpe de los carapintadas, la salida de Alfonsín, la crisis del 2001 con cinco presidentes en una semana. Pero a pesar de todo lo que ha pasado el pueblo argentino sigue defendiendo la democracia. Si haríamos una encuesta, el 98 por ciento estaría de acuerdo con este sistema. Han pasado momentos muy duros pero seguimos defendiendo la democracia, y Funes es un ejemplo en ese sentido con un Concejo que contiene muchas fuerzas diferentes.
Hoy Funes tiene una oposición fuerte y eso es importante para la democracia. Esto robustece la democracia

Juvenal Rimini: Llega con la posibilidad de que el ciudadano pueda elegir a sus gobernantes, repitiéndolo en su anterior gestion si lo considera bueno o exigiendo uno nuevo, eso siempre es beneficioso. La convicción democrática está instalada en todos los habitantes del país. Funes llega con un crecimiento muy importante en los últimos 10 o 12 años que supera a todas las localidades vecinas. Dentro del departamento Rosario la ciudad que más ha crecido es Funes, incluso más que Rosario. Eso se debe a que Funes, más allá de todos sus defectos, tiene muchas aptitudes y puede brindarle al ciudadano una suerte de mayor tranquilidad, contacto con la naturaleza, andar en bicicleta por las calles. Eso ha influido en el traslado de la gente de la gran urbe a nuestra ciudad. 

Mónica Tomei: Llega con sus instituciones consolidadas. Una ciudad en pleno auge y crecimiento, donde la vida en común se regula entre el Estado, los ciudadanos y los demás organizaciones de la sociedad civil. En este contexto la asociación público privada funciona como un refuerzo de la idea democrática a la hora de pensar la ciudad, direccionar la toma de decisiones, decidir los grandes lineamientos y el rumbo que como sociedad elegimos.

IF: ¿Cuáles son las principales deudas que todavía tiene la democracia?
JM: La gran deuda es el fortalecimiento de los partidos políticos. Lamentablemente los partidos no tienen un bueno consenso en la sociedad civil, están desprestigiados. Se gobierna a través de los partidos políticos, dice la Constitución, pero no están afirmados en la gente. Por eso llegan al poder muchos partidos o frentes personalistas. Los partidos deberían tener injerencia definitiva en la democracia.

JR: Son muchas las deudas que tienen  los gobernantes para con la ciudad y los ciudadanos. Creo que lo que no se ha podido mejorar son los servicios. Lamentablemente creo que se podría haber avanzado mucho más rápidamente con algunas obras de infraestructura importantes como cloacas y agua potable.
A nivel nacional creo que en 30 años no hemos avanzado y desarrollado el país como podríamos haberlo hecho. Estos saqueos que se han dado en los últimos años demuestran que indudablemente hay algo que no estamos haciendo bien y que se está plasmando en una especie de fractura en nuestra sociedad. Estamos muy en deuda con la gente, Argentina se merece un país muy distinto.

MT: Profundizar la participación ciudadana, pero también su responsabilidad. Una ciudad que vive en democracia, debe cuidarse y mejorarse entre todos.
La construcción de una cultura ciudadana basada en el diálogo, la comunicación, la autorregulación, la legalidad, el conocimiento, la observación de las normas y ante todo el respeto por las otras personas con las que convivimos, es la mayor apuesta que debemos perseguir como funenses, santafesinos y argentinos.

IF: ¿Cuál cree que fue el hito máximo de la vida democrática del país?
JM: Personalmente creo que lo más importante pasó por la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, porque no puede vivir un país sin memoria. La derogación de esas leyes fortaleció plenamente la democracia, junto a otros hechos como las leyes de género, matrimonio igualitario, u otras leyes importantes para las generaciones que vienen.

JR: No recuerdo algún hito en especial en estos 30 años. Creo que en mi gestión hemos logrado cosas importantes como también las de Miguez y Marracino. Podríamos mencionar la inauguración de dos escuelas, la 398 durante la intendencia de Miguez y la 1388 durante mi gestión, que han sido avances muy importantes.

MT: La continuidad democrática. Sin duda el hito más importante para Funes y la República Argentina. Entendemos que nuestra democracia se ha fortalecido al ver que ni los sobresaltos económicos vertiginosos, ni las crisis sociopolíticas profundas atravesadas a lo largo de estos años han impedido el afianzamiento ni la prolongada vigencia del sistema democrático que impera, como lo señalamos en el documento "La Promesa Democrática 30 años después" que firmamos junto al resto de las fuerzas políticas de la ciudad.


"Un gran padre de la ciudad"

El recuerdo de José María Marracino, primer jefe comunal e intendente de la democracia de Funes, en las palabras de su hijo, el ex concejal Juan Manuel Marracino.

Cuando mi padre asumió en 1983, era un Funes muy distinto. Recuerdo aquellos años con entusiasmo, idealismo, con ganas de hacer y cuidar las cosas.
Mi viejo se caminaba el pueblo, o la ciudad, para estar en contacto con la gente. Tenía la figura de un gran papá, que creo yo debe tener un intendente. Pero la sociedad ha cambiado y ha generado nuevos funcionarios.
Trabajábamos para un Funes mejor, para un mejor futuro. Con un presupuesto anual muy exiguo -de $ 4 millones por año- se hicieron muchas cosas.
Pensábamos en Funes como una ciudad satélite de Rosario y al mismo tiempo autónoma en el contexto del gran Rosario.
Mi padre tenía mucho amor por lo que hacía y se sentía una especie de gran padre de la ciudad. Como hombre de la política, logró el sueño de su vida.