Los restos hallados habrían sido robados de la casa de un médico
El hallazgo de 34 fetos y otros restos humanos en esta ciudad parece encaminarse a una explicación. Un hombre se presentó en la comisaría 23ª de Funes para revelar que las cajas encontradas en un descampado de Tucumán y la ruta 34-S pertenecían a su padre.
Foto Gentileza La Capital
El hallazgo de 34 fetos y otros restos humanos en esta ciudad parece encaminarse a una explicación. Un hombre se presentó en la comisaría 23ª de Funes para revelar que las cajas encontradas en un descampado de Tucumán y la ruta 34-S pertenecían a su padre, un médico patólogo fallecido en 2005 que había trabajado, según dijo, en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Si esto es así, resta saber de dónde obtuvo los restos.
Fue el comisario Daniel Acosta, jefe de la seccional, quien reveló a LaCapital la declaración del hombre. El jefe policial dejó en reserva su nombre y la del padre, aunque trascendió que este último sería Ricardo Covani, un ex teniente coronel y médico patólogo retirado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Los elementos encontrados estaban almacenados en una casa de Mendoza al 5000, en Rosario, donde vivía el profesional, retirado como jefe de laboratorio en una base militar estadounidense diez años antes de su fallecimiento. La vivienda estaría en trámite de sucesión, por lo cual no estaba habitada, y el denunciante dejó constancia ante la policía de que había observado que algunas cosas habían desaparecido del inmueble.
"Este hombre se enteró por los medios de comunicación sobre el hallazgo de los restos, a los que identificó por las cajas que habían pertenecido a su padre", dijo Acosta. "Además, entre los recipientes donde estaban los restos se encontró una etiqueta con el nombre del médico", lo que seguramente hubiese llevado la investigación por ese lado. Sin embargo, y alertado por la trascendencia pública del hecho, el hijo se presentó en la comisaría para ofrecer su colaboración en el esclarecimiento del caso, tal cual confió el policía.
Lo que no está claro es el origen de los residuos patológicos, ni cómo los habría conseguido el médico en cuestión. Según Acosta, el hombre que se presentó voluntariamente en la comisaría afirmó que su padre "solía ingresar al país elementos de interés para su profesión", y que lo hacía "en containers". No obstante, todo esto será objeto de la investigación del caso, que recayó en el juzgado de Instrucción Nº 7 de Rosario, a cargo de Juan Andrés Dónola.
Lo que se encontró. El hallazgo se produjo anteayer, en una zona abierta cercana al ejido urbano de Funes y del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas. Allí, un ciruja halló cajas con recipientes cerrados herméticamente, y advirtió que se trataba de restos humanos. Llegado al lugar, personal policial constató la presencia de distintos restos. El informe policial determinó que se trata de 34 fetos humanos, restos de piel, un fémur, dos tibias, dos húmeros, dos peronés, un maxilar inferior, un metatarso, un antepié, un meñique, un pulgar, un dedo de pie, una placenta, un cráneo reconstruido, trozos de cabellos, piezas dentales, una mano con un dedo amputado y dos prótesis de cadera, entre muchos otros restos humanos y de animales. Los policías advirtieron que, a priori, serían restos almacenados desde hacía bastante tiempo; incluso, algunos mostraban ya una aparente momificación.
En un principio se pensó que podían ser producto de la limpieza de algún centro de salud, de un profesional o de algún estudiante avanzado de medicina, dudas que quedarían despejadas con el testimonio del hombre que llegó a la seccional 23ª. Los restos fueron derivados al Instituto Médico Legal de Rosario para someterlos a estudio.
Otra que mostró su preocupación por el tema fue la intendenta Mónica Tomei, quien ayer fue la primera que salió a hablar de la posibilidad de que las cajas hubiesen sido robadas de la casa de un profesional. El hecho alertó al municipio por cuanto no sería la primera vez que en la zona se produce un hecho de características similares.
Diario La Capital
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