Llegan las vacaciones y las rutinas se alteran: "No es malo que los chicos se aburran"
Dos semanas sin horarios escolares pero con padres que deben seguir trabajando Una psicóloga nos responde: ¿Cómo manejar emociones "sin morir en el intento”?
Llegaron las vacaciones de invierno y durante dos semanas, además de elegir entre las cientos de propuestas en la ciudad y alrededores, cada familia debe ingeniárselas para organizar sus nuevos horarios (o la falta de ellos de parte de sus hijos) para pasar estos 15 días de la mejor manera posible continuando en paralelo con las obligaciones de los adultos. Sobre esta situación, la psicoanalista Ileana Vecellio compartió algunos tips para que estos días se puedan llevar de la mejor manera.
"Los chicos deben hacer huevo, deben descansar, tengan la edad que tengan, para eso están las vacaciones", resumió la profesional aunque reconoció que "no todas las familias están en condiciones de vivir dos semanas de ocio pleno, muchos adultos deben seguir trabajando y ahí la situación se complica, sobre todo si los chicos son chiquitos”.
Ileana comentó que cuando ella era chica, muchos en vacaciones de invierno iban a la casa de su abuela o tías, y que, a pesar del frío, se la pasaban en el patio jugando, creando, incluso en un invierno construyó junto a sus familiares “una casita del árbol”. “Me llevó tres semanas y hoy la ves y era un ranchito, horrible (risas), pero para mi fue todo un logro y son cosas que no te olvidás más, incluso todo eso te despierta la creatividad de una manera tremenda, algo que hoy las pantallas te apagan”, compartió. Dentro de su misma experiencia como madre y debiendo salir de su casa a trabajar, recordó que sus hijos iban a casa de familiares, “pero siempre dentro de un hogar, cuidados y sin que el otro les esté haciendo de payaso, ellos mismos debían ir buscando ideas para entretenerse”.
¿Cómo organizarse?
Vecellio es miembro de la Asociación de Psicoanálisis Rosario, trabaja también en Funes y mencionó que hoy suelen estar de moda las “colonias itinerantes”, que tiene como protagonistas a un grupo de familias, puede ser de la escuela o familiares entre si, en el que “un día Pepito recibe a todos los chicos, mañana viene todos a mi casa, y pasado van de Josecito, y así podemos ocuparnos el mediodía que tenemos libre, o bien nos pedimos un día en el trabajo y cooperamos con esta especie de colonia, para que los chicos sigan permaneciendo en el calor del hogar, sea su casa u otra, pero que no estén de acá para allá”.
“Sé que puede ser complicado, pero hablando con un grupo de padres compañeros u amigos se puede llegar a lograr. ¿Por qué te menciono esta opción? Porque llegan las vacaciones y de repente los chicos siguen cumpliendo horarios, se levantan temprano, los llevamos a la colonia de invierno o contratamos una niñera que juegue con ellos. Si no se puede otra cosa, lo entiendo, pero no descartemos a los chicos para poder seguir con nuestros horarios, éste es el momento para bajar un cambio y compartir un rato de calidad”, señaló.
A su vez, resaltó: “Tampoco está bueno que por la tarde estemos los 15 días de acá para allá yendo a un teatro, al cine, al shopping, porque eso también estresa a los chicos y a los adultos ni te cuento. Está bueno que se aprovechen estos días para, alguna tarde, tener una salida especial, pero por sobre todas las cosas disfrutándola por completo”. Y agregó: “No es necesario que gastemos todo nuestro dinero en una salida, los chicos y los adultos deben divertirse, pasarla bien, y eso también se logra con alguna actividad al aire libre, un juego en casa, un pic nic, haciendo una torta juntos, viendo una peli en casa, visitando algún amigo, o recibiéndolo en casa. Aprovechemos que Funes tiene muchos espacios verdes, plazas, pistas de skate, de bicis. No olvidemos que las crisis despiertan oportunidades para crear”.
Las agendas interminables: enemigos silenciosos
Ya fuera del receso invernal, la profesional destacó que en la actualidad las rutinas comienzan a tenerse desde muy chicos, a los 3 años o antes, con el inicio escolar en el jardín de infantes. Pero eso no es todo: cada vez son más los chicos que luego de sus clases practican un deporte, estudian un idioma, van a clases de arte, sesiones con psicólogos o fonoaudiólogos.
“Es muy peligroso que los chicos estén todo el año con una agenda tan atareada y muchas tardes no tengan tiempo siquiera para estar mirando el techo. Esto va a llevar que, de más grandes, sobre todo ya en el terciario o universitario, cuando ya se organizan solos sus horarios, no sepan qué hacer. Esta costumbre de haber tenido durante años un cronograma armado por otro (sus padres) les genera, primero, un cansancio importante durante el año en sí y, segundo, le impide desarrollar su nivel de organización”, advirtió.
Por otro lado, señaló que la cercanía con las pantallas han creado “una generación de la inmediatez, todo es ahora, todo es ya, o no tiene sentido”. “Hoy los videojuegos y los videos en Youtube, por ejemplo, son los que alimentan la ansiedad de los chicos de esta era, ellos no crecieron como nosotros con sólo una hora de dibujos animados por día, ellos tienen acceso al infinito y esto hace que, al estar en una situación que dure más de 15 minutos sin ‘cambiarse’, ya pierda su interés. De a poco debemos explicarles que la vida no va a ese ritmo, que cada cosa tiene su tiempo, y en estas vacaciones puede ser un buen momento para ello, para que realicen otras cosas. No le demos juguetes ya armados, démosle objetos a los que ellos les den significado y función por medio de su imaginación. Si no, recordemos qué pasaba cuando eran mucho más chicos, preferían las cajas a los muñecos, porque esa caja se podía convertir en mil cosas diferentes a la vez”.
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