Un cuerpo perdido y una trama macabra en Funes: pedirán prisión perpetua por el asesinato de Marcelo Molina
Son tres las personas acusadas de robar, matar y finalmente intentar calcinar los restos del roldanense. Los restos no fueron hallados y descartan encontrarlos.
A varios meses de la macabra trama que terminó con la muerte del roldanense Marcelo Molina, tres personas llegarán a juicio acusadas de matarlo, robarle y calcinar sus restos en un predio de Funes. Todo indica que dictarán prisión perpetua para los imputados, quienes permanecen detenidos con preventiva. El cuerpo de la víctima nunca fue hallado y los investigadores creen que no podrá ser recuperado.
Los principales acusados son Romina Coronel, su hija Cintia Coronel y su cuñado Jonatan Kiefe. Según la investigación, los tres se habrían ganado la confianza de Molina, al punto de que Romina sostuvo una relación sentimental con él, para luego desvalijar su casa y asesinarlo.
Molina fue visto por última vez un tres de enero, cuando llevó a su hermana Silvia al trabajo. Se cree que ese día fue cuando se ejecutó el cruento crimen dado que, por la tarde, quien manejaba el teléfono y enviaba mensajes en nombre de Marcelo ya era otro.
Fue Silvia quien, con intuición, tuvo las primeras sospechas a partir de las extrañas comunicaciones que no coincidían con el modo de ser de su hermano y se dirigió directo a su casa. Allí se encontró con la puerta abierta, las luces encendidas y el aire acondicionado funcionando. Faltaban su vehículo, televisores, electrodomésticos y herramientas de trabajo, lo que encendió todas las alarmas y motivó la denuncia ante la policía.
Desde ese momento se desató una exhaustiva investigación que determinó que los tres sospechosos habían matado a Molina, prendido fuego el cuerpo en un predio industrial de Funes y luego arrojado los restos a un contenedor de residuos.
Para la Justicia, el cuerpo es imposible de hallar. Incluso los rastrillajes con perros se vieron limitados por la cantidad de residuos biológicos en el lugar.
Kiefer, en el momento de ser detenido, confesó haber matado a Molina, según explicó el fiscal al terminar de acusarlo en el Centro de Justicia Penal. De allí, y de todos los indicios recolectados en la causa, surge la certeza de que el homicidio se consumó y que el asesinato fue el medio para después robar todas las pertenencias del hombre.
Según publicó Agustín Lago en Rosario 3, Madre e hija Coronel y Jonatan Kiefer están presos e imputados por homicidio criminis causa, cuya pena en expectativa es la de prisión perpetua. Desde el Ministerio Público de la Acusación se buscará llevarlos a juicio oral y público antes de que termine el año.
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