Ubicación íntima, pastelería de nivel y cenas secretas: un café con alma de París en el corazón de Funes

A solo metros de la esquina de Candelaria y Ruta 9, Funes esconde desde hace poco un secreto que conquista a los paladares sensibles y a los corazones románticos. Se trata de Bonne Francie, una cafetería que evoca un rincón parisino detenido en el tiempo, donde cada taza de café se transforma en una invitación a disfrutar.

El lugar fue pensado para emocionar. Su ambientación retro, con guiños a la Francia de los años 50, crea una atmósfera acogedora y envolvente. “Queríamos que las personas sintieran que entran a un lugar con alma, que les recuerde la casa de la abuela, los momentos simples, el amor y la calidez”, aseguró en diálogo con InfoFunes, Renata, titular del emprendimiento.

El aroma a café recién hecho marca el ritmo del local, donde las especialidades van mucho más allá del típico espresso. La carta incluye opciones clásicas y combinaciones poco convencionales que sorprenden por su originalidad, avellana, pistacho, caramelo e incluso una variedad infusionada con gin, para quienes se animan a nuevas experiencias. Un detalle no menor: el café es libre de repetición, para que cada encuentro pueda extenderse sin apuros.

El costado dulce de Bonne Francie es otro de sus grandes atractivos. Rolls tibios, croissants rellenos, budines esponjosos, muffins, brownies y otras delicias caseras convierten cada visita en un pequeño banquete. La repostería es elaborada en el lugar y varía según la temporada, sumando siempre nuevas propuestas que mantienen viva la curiosidad de los clientes.

"El espacio también funciona como restaurante a puertas cerradas, una propuesta que solo puede disfrutarse con reserva previa. En estas cenas exclusivas, la experiencia gastronómica se potencia: se sirve un menú cuidadosamente curado, en un ambiente íntimo, donde cada plato está pensado para acompañar la atmósfera del lugar", detalló Renata. Al mismo tiempo, aseguró que se trata de un plan ideal para quienes buscan una noche diferente en Funes, lejos del bullicio y con una atención completamente personalizada.

Según su propia dueña en Bonne Francie los sabores dialogan con los recuerdos, el presente se toma una pausa y los detalles cuentan historias. "En tiempos de prisa, este pequeño refugio propone volver a lo esencial: una buena charla, un café compartido y la calidez de sentirse como en casa", manifestó y concluyó: “Lo que ofrecemos es más que comida o bebida. Es una experiencia donde cada elemento está pensado para emocionar y conectar”.

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