Son de Funes, se fueron a Brasil y la rompen en un chiringuito de la playa de Canasvieiras

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Aquello que le da sentido a la vida son las experiencias y las hermanas Velázquez, Natalia (26) y Agustina (32), dan cuenta de ello. Hace unos tres años, recién salidas de la pandemia, se fueron a Brasil a instalar un barcito de tragos y la vivencia fue exitosa. Ahora, retomaron el desafío y la están rompiendo en la playa de Canasvieiras. 

El éxito del segundo chiringuito es tal que para Navidad no pudieron ni saludar a su familia y amigos de Funes porque los clientes no les dieron descanso. “Estamos muy felices por todo lo lindo que no está pasando y agradecemos a todos los que nos hacen el aguante desde Funes”, coincidieron.

“Vinimos a Brasil hace un mes, la idea es hacer temporada y volver. Nos encanta lo que hacemos, nos divertimos mucho y más estando en Brasil”, relató Agustina a InfoFunes, en uno de los pocos espacios de tiempo que tuvo en medio de la playa. Y sobre la noche de Navidad, recordó: “Nuestro carrito es el más llamativo y fue una noche única, vino muchísima gente, teníamos en mente a nuestra familias y amigos, ya habían sonado las 12, pero nada, era un trago tras otro. Los clientes además festejaban con nosotras, esta vez sí vimos a muchos argentinos, la vez pasada, al salir de la pandemia, casi no había”.

“Ya cuando la marea de clientes se calmó un poquito -continuó- pudimos llamar a los nuestros, estaban algo preocupados porque ni siquiera respondíamos mensajes y era re tarde, pero se pusieron felices cuando les contamos cómo nos estaba yendo. Es muy emocionante, no puedo poner en tantas palabras lo feliz que estamos”.

Las jóvenes, que pueden ser encontradas en redes bajo el nombre de Las Gringas Drink (@lasgringasdrink), ahora se preparan para la “marea” que será la noche de Año Nuevo, en la que venderan todo tipo de bebidas argentinas y brasileñas- ¿Lo que más sale? La caipirinha.

No son inexpertas: Agustina trabaja junto a su novio en el carrito gastronómico “El Maestro”, instalado en la plaza de la Cuña, en Catamarca y Ruta 9. Por su parte, Natalia lleva años trabajando en el autoservicio de sus padres instalado en el barrio Los Solares, y con la idea de “vivir la gran experiencia”, ambas se unieron en este sueño que viene brillando en las playas de Brasil.

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