Se reciben donaciones para “Formosa 2024” en la parroquia Nuestra Sra. del Carmen

Se ultiman detalles para la “Misión Formosa 2024”, que emprenderá el 12 de enero parte de la comunidad cristiana de la parroquia Nuestra Señora de Carmen, de Funes (General Paz 1645), con el diácono Raúl Valenti al frente, y para ello se necesita de la colaboración de las y los vecinos. 

En su décima edición, esta campaña, que llevará alimentos, ropa, calzado y juguetes, además de elementos de limpieza a cuatro comunidades formoseñas, recibirá donaciones hasta el martes 9. Se podrán acercar juguetes y útiles escolares, ropa y calzado (niños y adultos), artículos de limpieza, medicamentos, colchones, camas, bicicletas, donaciones económicas (para cubrir gastos) y alimentos (fideos, arroz, polenta, salgas, enlatados, jugos en polvo, galletitas, azúcar, yerba, mate cocido, té y agua). Se recibirán de martes a sábados, de 9.30 a 12.30 y de 17 a 20. Para ello piden si las donaciones, en caso de ropa o juguetes, pueden llegar ya clasificadas: si son para hombre o mujer, niño o niña, y en lo posible un aproximado de edades, para así facilitar la tarea de quienes luego entregarán esa ayuda. 

Candela Borghi, una de las integrantes del grupo misionero Juan Pablo II que viajará a Formosa, señaló a InfoFunes: “No vamos a Formosa capital, sino a una colonia, un pueblo que está casi en la frontera con Paraguay, se trata de Lugones, allí hay localidades cercanas como San Martín 1, que tienen entre 10 y 15 familias, y le siguen El Ceibal, La Estrella, Santa Rosa y El Quince, son tan chiquitos que algunos no aparecen en el mapa y allí llegamos con la ayuda que recibimos y la entregamos a Cáritas, que ello conocen mucho mejor la necesidad de cada familia, y se encargan de la distribución”. 

Esta campaña que comenzó hace años el padre Ernesto, párroco de Funes, debido a vínculos que tenía con el pueblo formoseño, la continúa en esta oportunidad el padre Alberto, en una iniciativa de colecta que comenzó el 10 de diciembre y finalizará este martes 9. “El 10 se carga el camión y el 12 emprendemos el viaje a Formosa hasta el 22”, comentó Borghi. Y agregó: “Sé que este año la cosa viene muy difícil, igual siempre recibimos más ayuda luego de las fiestas, pero bueno, sabemos de la situación que estamos atravesando en el país. Hasta ahora hemos notado eso, porque han traído muchos juguetes, y nos están faltando alimentos no perecederos y elementos de farmacia, los cuales, se entiende, hay que ir a comprarlos y eso ya es un gran sacrificio”. 

A su vez, relató que una vez en el lugar, “es realmente un choque de realidad con lo que la gente vive acá y allá, no sólo en lo material, sino también en lo espiritual”. 

“Tratamos de llevar ayuda material, pero también espiritual, porque juntos vamos a evangelizar y anunciar la llegada de Jesús. Los escuchamos, nos acercamos, incluso nos comparten situaciones muy duras a nivel familiar. Son diez días muy intensos en los que ellos también nos terminan abriendo las puertas de su hogar y de su corazón”, recordó emocionada. 

Claro que la vuelta a casa no es algo fácil. “Obvio que a nosotros  también nos repercute, porque nos acercamos a un lugar donde no es común abrir una canilla y que tengan agua corriente, donde los mosquitos están al a orden del día y si tenés un ventilador es un lujo. Además, todo el tiempo sabés que del árbol cercano pueden salir víboras u otros animales. Entonces una vez en casa, agradeces por lo que tenés y que, al ser tan común en el día a día no valoramos, incluso las quejas por tantas cosas disminuyen cuando sabemos que somos afortunados y que hay muchísima gente no tiene siquiera agua potable”, advirtió.

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