El histórico café Paulín abrió su modelo de franquicias y encendió una posibilidad tentadora para Funes: sumar a la ciudad uno de los bares más famosos de Buenos Aires, conocido por sus sándwiches virales, sus platos que vuelan deslizándose por la barra vidriada y su movimiento constante de turistas y oficinistas.
Fundado en 1988 por el inmigrante gallego Don Fermín, el local se volvió un punto de peregrinación para quienes pasean por el microcentro porteño. Sus sándwiches gigantes y su atención al paso lo instalaron como un clásico, con precios accesibles, rapidez y una identidad inconfundible.
Por eso, gracias al gran éxito alcanzado, la firma busca expandirse y su propuesta de franquicias plantea tres escalas posibles: desde un pequeño formato de cincuenta metros cuadrados hasta versiones más grandes, de 180 o 250 metros. La inversión total se mueve entre los 100, 130 y 150 mil dólares, según el tamaño elegido.
El derecho inicial es el mismo para todas las modalidades y asciende a US$ 45 mil. La regalía mensual es del 4%. En tanto, la firma proyecta una facturación anual que va desde los 700 mil hasta 1.5 millones de dólares, con una estructura de unos quince empleados por local. El recupero estimado está entre los doce y los dieciocho meses, un dato clave para cualquier inversor gastronómico.
El acompañamiento es parte integral del paquete. Paulín promete asistencia en la apertura, análisis de ubicación, estudios de rentabilidad, diseño del local, selección de personal y capacitación intensiva. La marca se presenta como una franquicia “llave en mano”, respaldada por una imagen reconocida y una red de proveedores consolidada.
El perfil buscado para operar un local apunta a un inversor con fuerte conocimiento de la zona, dedicación full-time y buena reputación comunitaria. Compromiso con la calidad y enfoque comercial completan el combo que la firma espera de cada franquiciado para garantizar el éxito del negocio.
Así, en un contexto de crecimiento urbano y expansión constante del circuito gastronómico local, la posible llegada de Paulín suma una marca nacional de peso al radar funense y podría convertirse en un nuevo punto de encuentro en la ciudad.