Lunes, 30 de Septiembre 2024
Martes, 18 de Agosto del 2020

Resiliencia, hilos y agujas en el ADN familiar

Madre e hija se lanzaron en plena pandemia con un proyecto de costura y tejido cada una.

María Inés Ochoa se dedicó siempre a varias actividades además del cuidado de sus hijos, ya adultos. Hasta el año pasado tuvo un trabajo en relación de dependencia, y en sus ratos libres arreglaba prendas de algunos amigos y conocidos de la zona de garita 15, dónde vive.


La pandemia la encontró ya sin trabajo, pero con un emprendimiento en marcha de costura de ropa descartable. Su hija además, había arrancado una pequeña iniciativa de tejido a dos agujas por encargue. "Clínica de Ropa" y "Manos a la Lana" fueron así dos emprendimientos que crecieron en simultáneo, a los que en plena crisis sanitaria y económica madre e hija decidieron poner todas sus energías.


"Obviamente que esta pandemia fue como un trampolín para avanzar en el emprendimiento de Clínica de Ropa, porque ya a fines del año pasado arrancamos con la ropa descartable, pero principios de este año el trabajo un poco se cortó, y empezamos con los barbijos", contó María Inés.


En Clínica de Ropa realizan principalmente dos tareas: por un lado, la confección de ropa descartable no quirúrgica, que se usa cuando una persona se tiene que hacer un estudio: una tomografía o una resonancia por ejemplo. Apuntan a proveer a clínicas y sanatorios, y también vender a particulares ya que la pandemia y sus protocolos impuso su uso obligatorio en varios rubros.


Además, también realizan arreglos de prendas, con el espíritu de Clínica que su nombre indica. "Es una idea muy difundida en Centro América, la ropa entra y se recicla como si alguien entrara a una clínica a sanarse", explicó.


María Inés y Marisol saben de clínicas y sanatorios. La familia pasó varios años acompañando a una de sus hijas en estudios y tratamientos contra el cáncer por el que finalmente falleció un tiempo atrás. De resilencias y empuje conocen: los lugares donde alguna vez circularon acompañando a un familiar, son hoy los mismos espacios que sostienen a la familia para atravesar la crisis que impuso la pandemia.


Marisol por su parte, hace tejidos por encargo, teje, lleva y trae ella misma productos artesanales por todo Funes, Roldán y Rosario. Madre e hija cosen y tejen retazos, les dan nueva vida a prendas y a ellas mismas en cada trama que confeccionan. Como su historia, se arman de a poco y no hay pandemia que las pare.


Para conocer sus trabajos, pueden seguir sus redes en ClinicaDeRopaFunes y en ManosALaLana o en la web


 

Powered by Froala Editor