Madre, esa difícil tarea que no es un trabajo y estresa mucho más
Entrevista en profundidad con la psicóloga Ileana Vecellio. Carga mental, crianza, sacrificios y mucho más.

Este domingo se celebra el Día de la Madre y la jornada invita al análisis sobre cómo se materna hoy, qué espera la sociedad de una madre y cómo se valora ese trabajo de criar a los hijos. En la actualidad aún muchos sostienen que una madre debe dejar sus deseos y hasta profesión de lado por cuidar 24/7 a sus hijos pero es sabido que los tiempos cambiaron y, sea por necesidad o por deseo , las mujeres hoy son una especie de “ pulpos” que se encargan de su trabajo , de sus hijos y de su hogar durante las mismas 24 horas que tienen el resto de los simples mortales. En diálogo con InfoFunes la psicóloga Ileana Vecellio , integrante de la Asociación de Psicoanálisis Rosario , se confirma un secreto a voces: “Hay que buscar un equilibrio en las actividades que se realizan y no se puede tener todas las áreas desarrolladas a la perfección”.
Hoy la maternidad, en muchos casos se resume en que, tal detalló la psicóloga: “No llegan con sus pendientes, tienen trabajo, la responsabilidad de la casa, los hijos, y también hay etapas. Cuando son muy bebés , que debes saber con quién dejarlos, quién los cuida mientras trabajas, y luego cuando empiezan a ser más independientes, ya está el tiempo del jardín , las mamás tienen más tiempo para estar 'tranquilas' y dedicarse al trabajo, y luego aparecen otros problemas en la primaria , con la integración, si se quedan o no. La siguiente es con la revolución de los 10 u 11 años, donde empiezan a tener sus propios valores, más independencias, más cuestionamiento de qué está bien y qué está mal. Yo resumo siempre que tal vez cada madre viene con un montón de conceptos familiares que quedan a consideración, hay patrones que sabemos que no queremos seguir y trabajamos por ello y otros que si, que han sido ejemplo y los tomamos”.
Claro que en medio de todo ese maratón diario es esencial buscar un momento para poder estar en paz y recargar energías como una mini siesta, una caminata al aire libre, un rato de ejercicios o bien una hora de algún hobbie para despejar la mente. Y el día sigue teniendo 24 horas.
En la misma línea, la carga mental con la que viven las madres de hoy también es un tema a tratar y analizar: la tarea de la escuela, materiales a llevar, el buen estado del uniforme, turnos médicos, horarios de alguna medicina, agendar cumpleaños o reuniones a los que fue invitado, llevarlos a sus actividades extra escolares, ayudarles en su aseo personal, dedicarles tiempo de calidad, educarlos en base al diálogo (lo cual lleva más tiempo que el grito que nos dedicaban nuestros padres) y alimentarlos saludablemente son algunas de las “notas” que están en constante alerta en la cabeza y agenda de una mamá. Y muchos siguen sin notarlo.
Es más, un buen regalo este domingo sería que, aunque sea por un día, no tenga la obligación y/o responsabilidad de pensar y/o ocuparse de nada en toda la jornada.
Vale aclarar lo valioso que es tener una compañía con la que compartir esa carga mental y crianza. Y no se trata de “ayudar” como muchos dicen, es su 50% de la labor de padre (en muchos casos). A su vez, Ileana Vecellio recordó: “Nuestro maternalje es diferente al que tuvo mi madre porque por entonces las jovencitas estudiaban, hacían toda una carrera, incluso la llegaban a poner en práctica, pero a los 30 ya empezaban a tener ganas de tener un hijo y eso significaba, automáticamente, dejar todo en suspenso hasta que los hijos crezcan y sean adolescentes o adultos. Era una picardía estudiar tanto para luego no ejercer. Por suerte hoy las mujeres se animan a seguir sus sueños, aunque tengan un bebé en brazos o en la escuela, y eso es admirable”.
“Hoy es todo un desafío la maternidad porque se le fueron agregando 'condimentos'. Pero es importante tener algo en claro: no se puede ser un 10 en todo y, así como en la estación de servicio siempre está bueno aprovechar el momento para que te midan el aceite, en la vida también hay que 'medirselo' preguntándose una misma si está feliz con su familia, si se está autoengañando o no con este modelo de maternidad que llevo adelante, quiero esto o es lo que tengo y me conformo. Una siempre debe estar conectada con lo que siente, con lo que está viviendo, si se disfruta o no”, resaltó.
En tanto, sobre el tiempo de calidad tan necesario entre madres e hijos, la psicóloga aclaró: “Es obvio que si trabajás fuera de casa, al llegar tus hijos se te cuelguen del cuello porque te extrañaron y no es necesario que dediques la próxima hora”. a jugar con ellos. Con que estés diez minutos a pleno , sin teléfono de por medio, sin prender el lavarropas o pensando en qué debo hacer luego, es suficiente”.
“Para todo uno tiene que poder concentrarse con el momento en el que está haciendo algo, si estoy trabajando sólo eso, si les doy de comer que sea sólo eso y no verlo como un peso. Es lo que nos toca vivir en esta realidad. Eso sí –amplió-, es muy importante cuidar el nivel de exigencia que nos ponemos y que le ponemos a nuestros hijos, ser conscientes de la edad que tienen. Y acompañarlos, eso es fundamental. Fomentar a que hagan las cosas a pesar de sus nervios o miedos, que vayan ganando seguridad en ellos mismos, marcarles todo lo que pueden lograr y no lo que se hizo mal, hay una gran diferencia en eso”.