El Ejecutivo busca habilitar la colocación de antenas en áreas urbanas de Funes

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Hace poco más de un mes ingresó al Concejo Municipal una iniciativa enviada por el Ejecutivo local para modificar el marco regulatorio vigente para la colocación y habilitación de estructuras soporte de sistemas de radiocomunicación, antenas e infraestructuras relacionadas. 

Desde el Municipio buscan establecer una nueva normativa que reemplace a la vigente, que data del año 2000 y solo habilita la instalación de antenas en zonas rurales y de equipamiento, permitiendo que dentro del área urbana puedan instalarse este tipo de estructuras con el previo estudio de factibilidades de los organismos correspondientes. Esto implicaría que, por ejemplo, antenas de hasta 25 metros de alto puedan colocarse en espacios verdes públicos y privados, canteros de avenidas, espacios públicos de rutas o desvíos de tránsito pesado. 

Además, antenas de mayor o menor porte, que van desde los 45 m de alto a las que se colocan al ras del suelo, también podrán ser instaladas siguiendo las especificaciones presentes en la iniciativa presentada que contiene múltiples formatos y tipologías que se adaptan a la variedad de tecnologías existentes.

El proyecto detalla en su justificaciones que la ordenanza ha quedado desactualizada porque han surgido permanentemente “diversas formas de extender las redes y los servicios con numerosos dispositivos y estructuras, cuyas características y tipologías no se encuentran contempladas”. Además, aclara que el fin de establecer la nueva regulación tiene que ver con que esas estructuras no se apliquen desordenadamente dañando el tejido urbano.

Sin embargo, esta no es la primera vez que se dan intentos de modificación en dicha normativa, ya en varias oportunidades desde aquel año 2000 los gobiernos y ediles se propusieron renovar el marco jurídico aunque las iniciativas nunca prosperaron. El argumento recurrente de que las señales de onda en su funcionamiento normal pueden dañar la salud, algo que no ha sido demostrado científicamente, es una de las principales barreras que debe sortear la ampliación del servicio de red funense.

Finalmente, con nuevas tipologías previstas, la intervención de la Secretaría de Obras Públicas, las regulaciones previstas por los organismos aeroportuarios, la realización de auditorías ambientales y la posible colaboración con el ENACOM, el Ejecutivo espera garantizar el marco de seguridad para contener un posible rechazo popular y que la iniciativa finalmente prospere.

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