El día después del amor: ¿Cómo evitar estafas al corazón como en "El Estafador de Tinder"?
Los estafadores románticos utilizan artilugios amorosos para finalmente estafar a sus enamorados. Cómo no caer en la tentación de "salvar" a ese amor desesperado.
En el exitoso documental de Netflix “El estafador de Tinder” (The Tinder Swindler), tres mujeres describen cómo fueron engañadas por el estafador convicto Simon Leviev (quien nació como Shimon Hayut) después de conocerlo en la aplicación de citas.
La película ofrece un relato detallado y profundamente personal de cómo Leviev usó Tinder para conectarse con sus víctimas y, en última instancia, estafarlas por cientos de miles de dólares.
He estado investigando el fraude romántico durante más de una década. He escuchado las historias dolorosas y traumáticas de cientos de víctimas.
Si bien cada historia es única, existen factores comunes y algunas lecciones generales que podemos aprender.
El documental es un poderoso ejemplo de lo que puede salir mal, pero ¿qué nos enseña sobre el fraude romántico?, ¿y cómo puedes evitar convertirte en la próxima víctima?
¿Qué es el fraude romántico?
Los estafadores románticos utilizan una relación personal para explotar la confianza de sus víctimas y obtener una ventaja financiera; o, a veces, como advirtió ASIO (la agencia de inteligencia y seguridad australiana), para acceder a información privada o clasificada.
Por lo general, ocurre en internet a través de un sitio web o aplicación de citas, o una plataforma de redes sociales.
En muchos casos, la víctima y el agresor nunca llegan a conocerse. Sin embargo, como muestra “El estafador de Tinder”, también puede ocurrir en las relaciones cara a cara.
Los estafadores románticos utilizan una variedad de elaboradas técnicas de preparación, prácticas de ingeniería social y tácticas de abuso psicológico para obtener el consenso de sus víctimas.
Leviev manipuló con éxito a varias mujeres haciéndose pasar por el hijo de un magnate de los diamantes, antes de afirmar que su familia estaba siendo amenazada violentamente y pedirles a sus víctimas que sacaran préstamos en su nombre para ayudar a lidiar con una supuesta emergencia de seguridad.
Cada una de sus acciones fue deliberada y con un propósito, y se refleja en patrones conocidos de manera más amplia. Aquí hay algunas tácticas típicas, todas las cuales fueron utilizadas por Leviev:
- Crear un perfil e identidad atractivos que rebosan poder, riqueza y estatus.
- Hacer manifestaciones de amor grandilocuentes, que incluyen considerar rápidamente la relación como una pareja y discutir un posible futuro juntos.
- Inventar una “emergencia” que requiere ayuda financiera con urgencia; podría ser una situación comercial, un problema médico o un problema de justicia penal, como afirmar que lo arrestaron en el extranjero.
- Aumentar estas demandas financieras con el tiempo, generalmente pidiendo a las víctimas que transfieran dinero, registren tarjetas de crédito o soliciten préstamos bancarios.
- Amenazar, abusar o coaccionar de otro modo a la víctima si se niega.
¿Por qué las víctimas envían dinero?
Mirando desde la seguridad del sofá de tu sala de estar, es fácil decir: “No haría eso”. Pero no debemos subestimar la capacidad de un delincuente hábil para identificar una debilidad o vulnerabilidad y explotarla sin piedad.
Usando encuestas con víctimas y no víctimas, la investigación ha revelado un puñado de rasgos asociados con ser víctima de fraude romántico.
De manera crucial, las personas con niveles más altos de creencias románticas, o que creen en la idea del “amor verdadero”, tienen más probabilidades de convertirse en víctimas.
Puede haber sido la pérdida de una relación anterior o un cambio en las circunstancias de vida (como la jubilación o los hijos que se van del hogar).
En muchos casos, la decisión de una fracción de segundo de deslizar el dedo hacia la derecha en un perfil o responder a un mensaje amistoso cambió sus vidas para siempre.
El nivel de vulnerabilidad de alguien al fraude no es estático; puede cambiar mensual, semanal o incluso diariamente.
Muchas víctimas no se habrían dejado engañar si hubieran visto el mensaje en un momento diferente. Los delincuentes apuntan a cientos de víctimas con la esperanza de un solo éxito.
¿Cómo evitar que me pase?
Las citas por internet son ya lo suficientemente complicadas sin que entre en juego el fraude financiero. Es difícil saber que alguien en una aplicación de citas es realmente quien dice ser.
Las recomendaciones actuales para la prevención del fraude se enfocan en llevar la relación al mundo real tan pronto como uno se sienta listo, y nunca darle dinero a alguien a quien no se haya conocido cara a cara.
Pero en “El estafador de Tinder”, este consejo es redundante porque Leviev, como muchos delincuentes, había formado una personalidad de la vida real que coincidía con su perfil digital.
La verdad es que un estafador lo suficientemente decidido puede extender sus mentiras en internet al mundo real.
Conocer a alguien en persona, investigar sus antecedentes y hacer una búsqueda inversa de imágenes de su foto de perfil es un buen consejo, pero no es infalible.
En última instancia, el fraude casi siempre tiene que ver con el dinero. Así que considera los motivos detrás de cualquier solicitud de ayuda financiera y nunca envíes dinero que no puedas permitirte perder.
FUENTE: RED BOING
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